El exgobernador de Córdoba, Juan Schiaretti está convencido de que después de las elecciones del 26 de octubre, el peronismo iniciará un proceso de reorganización del cual Cristina de Kirchner no formará parte, ya que estará cumpliendo una condena de seis años y una inhabilitación perpetua por corrupción.
El exgobernador compartió su perspectiva en diversas reuniones que lideró la semana pasada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, incluyendo un encuentro con la Cámara de la Construcción, aunque se abstuvo de hacer declaraciones públicas. Se enfocó en el impacto político y evitó comentar sobre el veredicto.
De acuerdo con la lógica de Schiaretti, Cristina seguirá teniendo un peso dentro del justicialismo en los meses venideros, pero sostiene que tras las elecciones legislativas de medio término, su influencia comenzará a desvanecerse.
¿Quién liderará el proceso que debería incluir intensos debates sobre el futuro de esta fuerza política que ya empieza a enfocar su atención en 2027, año en que se elegirán presidente, gobernadores e intendentes? La respuesta de los schiarettistas en la mesa chica llega rápido: todo depende del gobernador bonaerense Axel Kicillof y su posición en la contienda que tendrá con el cristinismo, no solo con La Cámpora.
“Si Axel lidera la campaña para las legislativas de octubre y el peronismo logra vencer a La Libertad Avanza, el gobernador se convertirá en una figura central y seguramente nadie podrá cuestionar su poder interno. De hecho, todo el partido se alineará detrás de él, a pesar de Cristina, quien comenzará a ser marginada o a automarginarse”, argumentan los cordobesistas.
Por otro lado, si el presidente Javier Milei coloca a sus hombres y mujeres en octubre, la renovación peronista tomará otros caminos, y es en este contexto donde el exgobernador de Córdoba considera aquella antigua postura centrista que transita por la avenida del medio. Está convencido de que puede emerger como la figura a seguir y que Córdoba podría convertirse en el modelo a replicar, dado el reconocimiento positivo que ha recibido tras su participación en las elecciones presidenciales de 2023.
La obra pública está, en primer lugar, para que nuestra gente viva mejor, para garantizar el progreso y apoyar a la producción y creación de riqueza. No es sostenible en el tiempo un equilibrio fiscal sobre la base de no invertir nada en obra pública. Así lo expresé este… pic.twitter.com/SIeKibT5bg
— Juan Schiaretti (@JSchiaretti) June 11, 2025
Los aliados de la iniciativa
La base fundamental de este proceso, siempre que se den las circunstancias adecuadas, radica en promover la cohesión partidaria y alcanzar consensos entre los gobernadores de la Región Centro: Maximiliano Pullaro (UCR, Santa Fe), Rogelio Frigerio (Pro, Entre Ríos) y, por supuesto, Martín Llaryora (PJ) de Córdoba, quien es un aliado político del exgobernador. A este grupo multipartidista se suma Ignacio “Nacho” Torres (Pro), actual gobernador de Chubut.
Esto implica un peronismo inclusivo, que busca integrar y presumiblemente liderar un frente con múltiples fuerzas políticas, muchas de las cuales han sido tradicionalmente rivales, como el radicalismo, o al menos una parte de este, y ciertos sectores del Pro. Este enfoque significa dejar atrás a figuras influyentes de las últimas décadas que han marcado la política nacional, como Mauricio Macri, por ejemplo. Además, se pretende incorporar a otros actores significativos de diferentes corrientes políticas, lo que explica sus contactos con Martín Lousteau, Leandro Santoro, Facundo Manes y Elisa Carrió, con quien mantiene un diálogo constante.
Recientemente la líder del ARI no escatimó en elogios al referirse al exgobernador de Córdoba.
A partir de esta base, el cordobesismo busca expandir su alcance y realizar un antiguo anhelo schiarettista: liderar el peronismo a nivel nacional. Ya ha seleccionado a sus posibles aliados, o al menos a la mayoría de ellos, y desde el peronismo cordobés comentan que “después se analizarán las candidaturas para 2027 si todo sigue su curso normal”.
Por ahora, Schiaretti se prepara para un nuevo viaje, ya que mañana partirá hacia España, donde permanecerá una semana.
