En medio de intensas negociaciones económicas, el ministro argentino Luis Caputo y el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent lograron cerrar los términos centrales del rescate financiero que el gobierno de Donald Trump había prometido al presidente electo Javier Milei. Según fuentes oficiales, el anuncio formal se produciría el 14 de octubre, cuando Milei sea recibido en la Casa Blanca.
Durante los últimos tres días, Caputo junto con Santiago Bausili (presidente del Banco Central), José Luis Daza (viceministro de Economía) y Pablo Quirno (secretario de Finanzas) mantuvieron reuniones con el equipo técnico del Tesoro estadounidense para pulir los detalles del acuerdo. Una delegación continuará en Washington hasta la cumbre presidencial, y Caputo retornará brevemente a Argentina antes de volver para el anuncio.
El plan aprobado contempla un swap de 20.000 millones de dólares entre Estados Unidos y la Argentina, mediante el uso de Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI. En concreto, EE. UU. depositaría estos DEG en la Reserva Federal para obtener dólares en efectivo, que luego se canalizarían al Banco Central argentino. El Banco Central emplearía los fondos para asistir al Ministerio de Economía, que gestionaría la compra de bonos para contener el riesgo país mediante una oferta pública de licitación (Tender Offer).
The @USTreasury has concluded 4 days of intensive meetings with Minister @LuisCaputoAR and his team in DC. We discussed Argentina’s strong economic fundamentals, including structural changes already underway that will generate significant dollar-denominated exports and foreign…
— Treasury Secretary Scott Bessent (@SecScottBessent) October 9, 2025
Más allá del componente financiero, la administración trumpista ve en el rescate una oportunidad estratégica: fortalecer al nuevo gobierno argentino a través de inversiones privadas, especialmente en sectores de tecnología, energía, comunicaciones y minería. Asimismo, en Washington apuntan a desplazar la influencia de capitales chinos en dichos rubros en el país sudamericano.
Sin embargo, expertos y opositores advierten que los desafíos estructurales no serán resueltos únicamente con financiamiento externo. La necesidad de reformas fiscales, laborales y la dependencia de mayorías parlamentarias constituyen obstáculos que podrían complicar la implementación del acuerdo. De cara al anuncio oficial en el Salón Oval, la atención política y financiera estará puesta en si el rescate logra calmar los mercados y estabilizar las expectativas.