El gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, salió al cruce de la dirigente nacional Cristina Kirchner, y la responsabilizó por la derrota electoral del peronismo en Salta, Jujuy y Misiones. “Sra. Cristina, usted intervino los PJ de Salta, Jujuy y Misiones para poner a dedo candidatos de La Cámpora que sean funcionales a usted y a su hijo. El PJ no es una pyme familiar”, acusó Sáenz en su cuenta de X.
Sáenz agregó: “Por una vez en la vida, hágase cargo de algo. Lo que pasó el domingo en el país es su responsabilidad y el terror de muchos argentinos de que vuelva”. Su dura frase pone en evidencia una fractura abierta dentro del espacio del Partido Justicialista (PJ), tradicionalmente cohesionado en torno al kirchnerismo cuando actúa como fuerza nacional de oposición.
El mandatario provincial señaló que los candidatos respaldados por Cristina Kirchner “hicieron la peor elección de la historia en estas tres provincias”. En Salta, concretamente, su espacio político —«Primero los salteños»— logró consolidarse como segunda fuerza legislativa, mientras que la nómina impulsada por el oficialismo nacional quedó relegada.
Sra. Cristina, usted intervino los PJ de Salta, Jujuy y Misiones para poner a dedo candidatos de La Cámpora que sean funcionales a usted y a su hijo. El PJ no es una pyme familiar.
Por una vez en la vida, hágase cargo de algo. Lo que pasó el domingo en el país es su… pic.twitter.com/H410ZVO1Nd
— Gustavo Sáenz (@GustavoSaenzOK) October 27, 2025
Además de apuntar al liderazgo nacional del partido, Sáenz cuestionó la intervención partidaria que, según él, se llevó adelante desde Buenos Aires en los distritos provinciales. “Siga bailando tranquila en su balcón y devuélvales los PJ intervenidos a sus legítimas autoridades”, lanzó como exigencia pública. Este tipo de declaraciones sugieren un viraje hacia un peronismo más provincial y autónomo, al menos en la visión de Sáenz.
Desde el análisis político se observa que la derrota del peronismo en esos territorios no solo despertó recriminaciones internas sino que también habilitó disputas por la conducción y el estilo del partido. Sáenz reclamó una “mirada federal real, que nos devuelva el protagonismo que merecemos”. En ese sentido, la crítica a Cristina Kirchner implica también una disputa sobre los métodos de articulación del partido entre la Casa Rosada y las provincias.
Queda por verse cómo responderá el entorno kirchnerista a semejante señal de alarma de uno de sus gobernadores aliados, y si este episodio marca un antes y un después en la dinámica del peronismo para las próximas elecciones. Mientras tanto, la frase de Sáenz -“lo que pasó el domingo en el país es su responsabilidad y el terror de muchos argentinos de que vuelva”- resuena como advertencia política y llamado al cambio interno.