En el Centro de Convenciones de la Ciudad de Buenos Aires, ante unos 800 empresarios que integran la extensa cadena de valor de Techint, se dio ayer un diálogo considerado “picante” por las partes presentes. El protagonista fue Paolo Rocca, CEO del grupo, quien destacó la importancia de defender la industria argentina y planteó cuestionamientos explícitos sobre la política económica vigente.
Rocca no dudó en marcar sus preocupaciones: “Argentina necesita la industria. Patricia nos va a ayudar a transmitir la situación de las empresas”, afirmó, en un pedido directo de apoyo político y estratégico. Señaló que la cadena formal de proveedores y clientes emplea casi 80 mil personas, y que ese entramado productivo requiere condiciones claras para sostenerse
La senadora Bullrich, por su parte, aceptó el desafío del diálogo y se llevó aplausos mientras detallaba los puntos de la reforma laboral impulsada por el Gobierno. Ante la audiencia, defendió la iniciativa oficial como equilibrada y proactiva tanto para trabajadores como para empresas.
Dicen que estamos sacando derechos, cuando en la Argentina el 43% de los trabajadores es informal, sin respaldo ni certezas.
Esta ley moderniza para las Pymes, para las empresas y para los que laburan, por igual.
Y, sobre todo, trae soluciones y certezas, algo que la Argentina… pic.twitter.com/d5QHkmDNmE
— Patricia Bullrich (@PatoBullrich) December 11, 2025
En su intervención, Rocca también abordó temas externos que, según él, ponen en tensión a la industria local: la “actitud predatoria de China” y las barreras al comercio internacional que enfrentan productos argentinos en Estados Unidos y Europa. La referencia generó anuncios de inversión de Techint por US$ 2.400 millones para 2026, como muestra de confianza en el país, pero también de exigencia por cambios estructurales.
Bullrich respondió resaltando que el Gobierno es consciente de las dificultades empresarias y resaltó los logros macroeconómicos alcanzados, como la baja de la inflación y el déficit fiscal. Aseguró además que no se impulsará una apertura comercial indiscriminada “como otras veces”, intentando calmar los temores de los presentes.
El intercambio siguió con preguntas desde el público, donde productores y pymes metalmecánicas compartieron sus inquietudes. Uno de ellos resumió la tensión del sector: “No podemos competir contra un Estado, y la industria china es el Estado chino”, aludiendo a las dificultades para enfrentar bienes subsidiados o de alto volumen importados.
Al finalizar el encuentro, quedó clara la necesidad de un diálogo más estrecho entre el sector privado y el Gobierno, según coincidieron Rocca y Bullrich. La reunión no solo sirvió para exponer cifras y diagnósticos, sino también para consolidar una alianza estratégica en momentos de ajustes, reformas y desafíos globales para la industria nacional.




