El encuentro arrancará a las 11:00 hora local (22:00 hora de Moscú, 19:00 GMT) y a las 18 de Argentina con una conversación entre los mandatarios, en formato cara a cara con traductores.
Las negociaciones seguirán después a nivel de delegaciones, y más tarde los presidentes continuarán el diálogo en un desayuno de trabajo.
La fórmula para el encuentro será de cinco por cinco. Así, la delegación rusa la integrarán, además de Putin, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov; el ministro de Defensa, Andréi Beloúsov; el ministro de Finanzas, Antón Siluánov; el asesor presidencial Yuri Ushakov; y Kiril Dmítriev, representante especial de la Presidencia rusa para la cooperación económica con países extranjeros, reveló el jueves el propio Ushakov.
Mientras, la delegación estadounidense estará encabezada por Donald Trump y la compondrán varios altos integrantes de su Gabinete.
Se trata del primer encuentro entre Putin y Trump desde 2019, cuando ambos se reunieron en el marco de la cumbre del G-20 en Osaka, Japón. El mandatario ruso había viajado por última vez a Estados Unidos en septiembre de 2015, cuando asistió en Nueva York al debate anual de la Asamblea General de la ONU, por lo que llevaba casi una década sin visitar el país norteamericano. La última vez que Putin se reunió personalmente con un mandatario estadounidense fue en junio de 2021, en Suiza, donde celebró una cumbre con Joe Biden.
La cumbre de Alaska podría contribuir a reiniciar las relaciones entre Rusia y EE.UU., declaró este jueves Kiril Dmítriev, representante especial de la Presidencia rusa para la cooperación económica con países extranjeros.
“Bueno, creo que el diálogo es muy importante. Y creo que es una reunión muy positiva para el mundo, porque durante la Administración [del expresidente de EE.UU. Joe] Biden no hubo diálogo”, afirmó el enviado ruso a CNN. Según Dmítriev, “es muy importante escuchar la postura rusa directamente”. “Y también es una oportunidad para, en cierto modo, ‘reiniciar’ las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, si la reunión resulta exitosa”, concluyó.
Por su parte, el vocero presidencial, Dmitri Peskov, confirmó el jueves que el conflicto ucraniano estará al centro de la mesa. “Es evidente que se debatirán cuestiones relacionadas con la solución del conflicto en Ucrania. El contenido es muy complejo y multifacético”, indicó el funcionario.
“El presidente Putin y el presidente Trump están dispuestos a dialogar y discutirán los temas más difíciles”, declaró el portavoz, agregando que se hizo todo lo necesario para la reunión y se cumplieron todos los parámetros.
Trump declaró el jueves que su encuentro con Putin será importante tanto para Rusia como para EE.UU. “Creo que será una buena reunión. Pero la reunión más importante será la segunda que tendremos. Nos reuniremos con el presidente Putin, el presidente Zelenski y yo mismo, y quizás invitemos a algunos líderes europeos, quizás no”, detalló.
El inquilino de la Casa Blanca admitió que la crisis ucraniana resultó ser más difícil de lo que había pensado. En otros términos, afirmó que en los últimos seis meses resolvió “seis guerras”. “Y estoy muy orgulloso de ello. Pensé que la más fácil sería esta. De hecho, es la más difícil”, reconoció Trump.
Mientras, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, afirmó la misma jornada que el jefe de Estado no querría imponer nuevas sanciones a Rusia.
“Una de las mejores cosas del estilo de negociaciones del presidente Trump es que es muy sabio, al no difundir movimientos que pueda o no hacer en el futuro. Y, por supuesto, el presidente tiene muchas herramientas a su disposición, que podría usar si es necesario, pero siempre ha dicho que la diplomacia y la negociación son su principal forma de esperar poner fin a esta guerra”, señaló la vocera.
Este viernes, Putin se convertirá en el primer líder ruso que visite Alaska, un lugar cargado de fuertes connotaciones simbólicas, ya que perteneció a Rusia hasta 1867, cuando el zar Alejandro II concretó la venta del territorio y de sus islas adyacentes a Estados Unidos.
Según Ushakov, la base militar Elmendorf-Richardson, donde se celebrará la cumbre ,es un lugar de “gran importancia histórica”. “Cerca de la base militar donde se llevarán a cabo las negociaciones, en un cementerio conmemorativo, están enterrados nueve pilotos soviéticos, así como dos militares y dos civiles que murieron entre 1942 y 1945, durante el traslado de aviones a la URSS desde EE.UU. en el marco del programa de Préstamo y Arriendo”, detalló el funcionario este jueves ante la prensa.
Ushakov agregó que, por este motivo, el lugar evoca “la hermandad de combate” entre los pueblos de Rusia y de EE.UU., añadiendo que esto es especialmente simbólico en el año del 80.º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y el Japón militarista.
También destacó que la cooperación entre Moscú y Washington tiene un “enorme potencial que, lamentablemente, hasta ahora no se ha aprovechado”. Además, proporcionó detalles del encuentro, como los temas de la agenda y quiénes conformarán la delegación rusa.
Rusia también ha advertido en más de una ocasión del fuerte aumento de los ataques ucranianos en medio de los preparativos para la reunión entre los presidentes. Además, ha comunicado detalles de una posible provocación en la región de Járkov, que dejaría múltiples víctimas civiles para culpar a Rusia.