La Justicia denegó la solicitud de Cristina Fernández de Kirchner para revisar su régimen de visitas, que permite el ingreso sin autorización a su departamento en Constitución de médicos, abogados, policías y familiares, mientras que para otras personas, como dirigentes políticos, es necesario obtener una autorización especial y justificación.
La decisión fue tomada por los jueces Jorge Gorini, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu, del Tribunal Oral Federal 2, quienes desestimaron un recurso de la expresidenta contra la resolución que estableció sus normas de conducta en el contexto de la prisión domiciliaria.
En su resolución, el tribunal subrayó que Cristina “manifiesta un absoluto desacuerdo con una de las pautas de conducta” establecidas el 17 de junio, cuando se determinó su arresto domiciliario.
Para los jueces, el escrito de la defensa de Cristina “no logra conmover el razonamiento y los fundamentos que fueron brindados por los suscriptos para proceder como lo hicimos”.
Independientemente de ello, los magistrados dijeron que corresponde rechazar el recurso por razones formales, dado que se planteó luego del trámite de sustanciación. “Deviene impertinente”, escribió el tribunal al rechazar esa reposición.
Los jueces tomaron nota de un correo electrónico que les envió la Dirección de Asistencia de Personas Bajo Vigilancia Electrónica (DAPVE), donde les informa sobre la colocación de la tobillera de la expresidenta el 19 de junio a las 17.08.
Asimismo, les informó de un número de teléfono de contacto para tomar conocimiento de cualquier tipo de alerta que se produzca en los términos del Protocolo de Actuación de la Dirección fuera del horario judicial.
La expresidenta ofreció además como contacto secundario alternativo a su asistente Mariano Cabral, lo que quedó registrado y se le comunicó a quienes controlan la tobillera electrónica.
El lunes por la mañana, justo antes de que expire el plazo, Cristina Kirchner entregó a la Justicia la lista de personas autorizadas a visitarla en su prisión domiciliaria, ubicada en un departamento en Constitución, sin necesidad de autorización previa. A pesar de su solicitud para que se le permitiera recibir a otros individuos, incluyendo políticos, expertos y amigos, sin justificación ni consentimiento de los jueces, su pedido fue rechazado.
