Provincias Unidas y Encuentro Federal proyectan un interbloque de 16 bancas

Provincias Unidas y Encuentro Federal proyectan un interbloque de 16 bancas

Negocian una alianza para ganar volumen político.


La alianza entre gobernadores que conforman el espacio Provincias Unidas está dando pasos firmes hacia una nueva conformación parlamentaria. A partir del 10 de diciembre, los ocho diputados nacionales que obtuvieron bajo su sello —tres por Córdoba, dos por Santa Fe y uno cada uno por Corrientes, Jujuy y la Ciudad de Buenos Aires— se propondrán formar un interbloque que alcance al menos los 16 integrantes.

Si bien la creación de un bloque legislativo único se presenta como “demasiado utópica” dada la diversidad partidaria interna, en Provincias Unidas deslizan que un interbloque con múltiples liderazgos puede ser más viable.

La dificultad estructural de constituir un bloque homogéneo radica en que entre los ocho diputados hay variopintas filiaciones: cuatro responden a la Unión Cívica Radical (UCR), tres al peronismo y uno a Propuesta Republicana (Pro). Por eso, más que unificar bajo una conducción única, se apuesta a una confluencia más flexible que permita agrupar legisladores de distintos orígenes en torno a una agenda común.

En ese sentido, la alianza explora avanzar junto a Encuentro Federal —exbancada bajo el liderazgo de Miguel Ángel Pichetto— para engrosar la bancada a medio-largo plazo. Pichetto figura como una opción para ejercer la conducción del futuro interbloque, lo que le daría peso político al esquema.

Legisladores de Encuentro Federal que ya integraron listas de Provincias Unidas, como Florencio Randazzo, Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, facilitan el diálogo entre ambos espacios.


El recalculo viene tras un desempeño electoral que, si bien permitió sumar diputados, dejó algo por debajo de las expectativas: Provincias Unidas consiguió apenas ocho bancas y lo que esperaban era mayor incidencia. Esto obligó a replantear estrategias y resignificar la construcción legislativa para no quedar relegados en el nuevo período.

A su vez, la alianza descarta por el momento sumar a dirigentes que podrían generar tensiones al interior. Por ejemplo, la diputada Natalia De la Sota —quien renovó su banca pero constituyó su propio monobloque “Defendamos Córdoba”— quedó fuera de los planes compartidos por el enfrentamiento con el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora.

Asimismo, se evalúa de modo cuidadoso la eventual incorporación de legisladores de Pro o de sectores que podrían alterar la cohesión interna; por ahora la idea es “no ir a buscar gente que después nos genere más problemas”.

En definitiva, el reto para Provincias Unidas pasa por consolidarse como actor parlamentario relevante tras una elección de riesgo. Si logra concretar el interbloque de 16 diputados, podría incidir con más fuerza en debates clave como la reforma laboral y tributaria que se perfilan para el próximo período. El tiempo dirá si esa apuesta se traduce en poder real o queda como una ambición política sin concreción.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...