El consultor político Gustavo Córdoba, titular de la consultora Zuban Córdoba, sostiene que el eje de las elecciones del domingo en la provincia de Buenos Aires no es ya si Milei pierde, sino por cuánto lo hace. Además advirtió que “ya no es si el Gobierno nacional —los candidatos de Milei— ganan o pierden la elección, sino por cuánto pierde el Gobierno nacional”.
Córdoba manifestó que el escenario cambió radicalmente desde que Axel Kicillof desdobló su elección, generando espacios políticos que distraen al oficialismo. “No tengan dudas. Escuché a Roberto Mayol decir que el mercado tolera hasta cinco puntos de derrota… Si le sumamos lo que dijo el Presidente con Majul y Aresco —empate técnico o derrota por dos—… hay quienes sostienen que ahora la diferencia puede llegar a diez puntos”.
En cuanto a los factores que erosionaron el respaldo al gobierno de Milei, Córdoba enumeró una serie de crisis de gestión y escándalos que ensombrecieron la imagen oficialista. Citó los audios y la derrota frente a Spagnuolo, la polémica de la criptomoneda, denuncias por corrupción en la obra pública (“la motosierra”), la crisis del fentanilo y su impacto en la salud, y el episodio del Garrahan. Todos esos ítems, señaló, impactaron negativamente: “aunque se diga que los audios ‘son una operación’, el daño está por la reacción del Gobierno: impericia e incapacidad”.
Para el politólogo, la caída del oficialismo se inscribe en un contexto más amplio de crisis política; enfatizó que esta derrota no solo tiene consecuencias electorales inmediatas, sino que podría impactar en el armado estratégico de Octubre. La magnitud de la derrota bonaerense será clave para entender si Milei logra recomponer alguna narrativa o si la debacle se consolida como un desgaste irreversible.
Panorama cordobés
Sobre la repercusión en Córdoba, Córdoba estimó que la campaña provincial podría profundizar los movimientos ya visibles en la provincia mediterránea, donde la pulseada entre Schiaretti y Roca continúa ajustada, y otros candidatos como Mestre, De la Sota o Baldassi podrían ganar terreno según cómo se distribuya el voto, especialmente el de los indecisos.