En Misiones se desató un fuerte malestar tras conocerse que la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) facturó 560.000 pesos a la Iglesia por permitir que los peregrinos usaran la banquina de la ruta nacional 12 durante la tradicional procesión hacia Loreto.
La caminata, que este año cumplió su 24.ª edición, parte desde Fátima, en las afueras de Posadas, y recorre casi 40 kilómetros hasta el Santuario de Nuestra Señora de Loreto, atravesando el costado de la autopista.
El obispo de Posadas, Juan Rubén Martínez, expresó su sorpresa por el monto del cobro: “Nos sorprendió pagar más de medio millón de pesos, nosotros vamos a averiguar jurídicamente cuál es el fundamento. No hay ningún antecedente”, dijo.
Por su parte, el padre Fabio Cuenca, rector del santuario, detalló que se le informó el cargo con apenas 48 horas de antelación mediante un correo electrónico. “Recibimos la notificación … cuando se hizo la presentación final recibimos la noticia de un arancel por el evento de $560.000 … en concepto de ‘intervención de camino’”, señaló.
👉🏻 Párroco de Loretohablósobre el cobro de más de $560 mil que exigió Nación para habilitar la peregrinación sobre la Ruta 12
El párroco de Loreto, Leandro Cuenca, expresó su sorpresa y preocupación luego de que Vialidad Nacional exigiera por primera vez un arancel superior a… pic.twitter.com/BB28a0VkSO
— Canal Doce Misiones (@tv12misiones) November 20, 2025
Desde Vialidad Nacional respondieron que actuaron conforme a la normativa vigente: según su explicación, “por el uso de la zona de camino, VN tiene que cobrar un canon”, amparados en la ley nacional de tránsito.
No obstante, los representantes de la Iglesia cuestionan que este año fue la primera vez que se aplicó este canon, pese a que la peregrinación se realiza desde hace más de dos décadas. “En las 23 ediciones anteriores nunca antes se había efectuado semejante cobro”, aseguró Cuenca.
El episodio generó indignación local especialmente porque, según los peregrinos y organizadores, durante el evento Vialidad Nacional no prestó servicio alguno de mantenimiento ni vigilancia vial, a pesar de lo cuantioso del arancel cobrando por su “intervención”.
