La diputada nacional por la Ciudad de Juntos por el Cambio Paula Olivero dijo que “en tiempos difíciles, los extremos no llevan a acuerdos” y no descartó una posible candidatura de Elisa “Lilita” Carrió aunque aseguró qué esa es una “decisión personal” que solo ella debe tomar, en declaraciones al diario Perfil.
Respecto de las elecciones 2023, aseguró que “nosotros vamos a hacer una evaluación más cerca de la fecha. Está muy bien lo de Miguel Ángel Pichetto, tiene que representar un espacio. Cada uno hará su evaluación. Estamos pensando en fortalecer nuestro partido y cada uno desde nuestro lugar, trabajar para generar propuestas. En las fundaciones de los partidos se está trabajando en una plataforma en común y yo soy una de las coordinadoras de los equipos técnicos. Es un trabajo muy arduo y una vez que se resuelva eso haremos una evaluación. Cada uno de los espacios hará la mejor propuesta para potenciar a Junto por el Cambio en las PASO”.
Sobre Lilita, dijo “nosotros no nos podemos dar el lujo de perderla y ella no está dispuesta a correrse de la política. Este tiempo en el que ella se formó, dió clases, estuvo con su familia, le hizo bien y su rol ahora es importante para Juntos por el Cambio y te diría indispensable para nuestra fuerza política. La decisión de ser candidata a una persona que fue cuatro veces candidata a presidenta incluso sabiendo que iba a perder pero para sostener sus valores, es una decisión muy personal que tendrá que meditar” y que “Yo la acompañe siempre. Ella tiene una mirada de centro, una propuesta qué representa valores. Ha madurado a lo largo de sus años en la política y tiene una visión muy clara del país. Lo hemos visto en su intervención respecto al FMI. Es muy personal la decisión de ella y será conversada con nosotros más cerca de la fecha”.
Del espacio de la oposición, opinó: “Esa definición de halcón y paloma, que seríamos nosotros cuando denunciamos al kirchnerismo cuando nadie hablaba, o que denunciamos al narcotráfico. La racionalidad institucional en momentos críticos de la Argentina tiene que ver con cómo valoras las instituciones y las consecuencias de tus decisiones”.
Y agregó: “Los extremos en momentos de crisis no sirven, no llegan a los acuerdos, sobre todo en una Argentina donde la representación política está atomizada. Aunque parece que hay dos grandes núcleos, ninguno tiene la mayoría en ambas cámaras. Tiene que haber racionalidad porque más allá todo, los argentinos necesitan una salida. Y la pregunta es: ¿qué hubiese pasado si el Congreso hubiese rechazado el acuerdo con el FMI al otro día? Porque la Argentina ya ha vivido la experiencia del default. Hubiésemos tenido un riesgo país incontrolable, una suba del dólar imposible, una inflación más disparada de lo que está. Más allá de eso, el que hace política en serio no tiene que medir las consecuencias personales en una acción o si una determinada acción te va a posicionar mejor que a otro en una potencial elección dentro de 18 meses. Hay que decidir y asumir riesgos y sacar a la Argentina adelante”.
“Sí, los extremos en general. Hemos sido firmes a lo largo de nuestra trayectoria política, pero nunca hemos sido extremos. Hemos vivido y analizado las experiencias históricas. Los que hemos vivido el 2001 sabemos que los extremos no son la salida para una sociedad en crisis y angustiada. Macri, Larreta y Bulrrich han tenido una muy buena intervención y hemos trabajado mucho en la redacción del texto. El gobierno nos pedía como condición que le aprobaran el plan económico, que eso no era potestad del Parlamento. Yo recuerdo haber argumentado en un principio por que no podíamos votarlo como venía del ejecutivo en términos jurídicos. Algunos me miraban diciendo que no era un tema jurídico sino político y no podemos disociar lo político de lo jurídico y desconocer nuestro ordenador que es la constitución y las instituciones. Hemos podido adaptar un texto conforme a la ley, para lo qué Lilita fue fundamenta”.