Paro de la CGT: calles vacías y poco tránsito

Paro de la CGT: calles vacías y poco tránsito

No hay trenes, subtes ni vuelos. La actividad comercial está restringida y no abrirán los bancos.


A cinco meses del inicio del mandato del presidente Javier Milei, la Confederación General del Trabajo (CGT) encabeza este jueves 9 de mayo el segundo paro nacional, con la adhesión de la mayoría de los sindicatos que vienen experimentando una seguidilla de tensiones en aumento con la administración libertaria a raíz de las políticas de ajuste implementadas para dejar atrás el déficit.

La central obrera lleva adelante su segunda medida de fuerza en tan sólo cinco meses de gestión libertaria, con el trasfondo del debate de la Ley Ómnibus en el Senado. En el recinto se discuten temas “sensibles” para los líderes gremiales, como las iniciativas de flexibilización incluidas en la reforma laboral que impulsa Milei.

A primera hora, Buenos Aires parecía en plena fase 1 de la pandemia. Al paro general, que asoma potente y que impacta directamente en el transporte público, se le sumó un frío que recuerda que el mes que el invierno está ahí nomás de desplegarse a sus anchas.

En Aeroparque, todo ese bullicio por altoparlantes de qué pasajeros deben apurarse para no perder el embarque está detenido. Este jueves no hay vuelos, así que tampoco hay pasajeros.

Hay pasillos casi vacíos, personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y trabajadores de los kioscos, las cafeterías y las remiserías que están coordinando con los encargados de sus locales cómo gestionar el auto que los devolverá a su casa a falta de colectivos. Los que recién llegan a su turno deciden a qué van a dedicar el día: reponer mercadería, ordenar y limpiar un depósito, cambiar la cartelería. No esperan, casi, clientes este jueves. Tal vez algunos trabajadores de otros espacios de este aeropuerto en el que las pantallas titilan con avisos en rojo: la leyenda “Cancelado” se repite en todos los casos.

El movimiento en las paradas de colectivo es directamente proporcional a lo que puede esperarse de la circulación de unidades: poco y nada

Cabe mencionar, que cerca de las 8 de la mañana, los pocos colectivos que circulan por la avenida General Paz -un 107, un 150- van completamente vacíos. Probablemente, sus usuarios cotidianos hayan optado por otra vía para moverse, o dependan de más de una línea, o hayan adherido al paro general.

Por su parte, sobre la ribera del Riachuelo, del lado de Villa Fiorito, el predio en el que funciona la terminal de la empresa de transporte DOTA está rodeada de al menos cinco patrulleros de la Policía Federal. Están ahí para custodiar ese escenario que, por poner a circular alrededor del 50% de sus unidades, se contrapone al paro general convocado por la CGT.

“No llegamos al 50% en la calle”, dice, por lo bajo, un chofer que acaba de terminar su turno. Pero aclara que son los delegados los que hacen las comunicaciones oficiales, además de la empresa.

De ahí salen unidades de las líneas 8, 21, 31 y 101, entre otras. No saben si encontrarán pasajeros: en muchos casos los usuarios dependen de combinar varios colectivos. “Hice el recorrido completo prácticamente vacío. La gente no salió a la calle”, le dice a Infobae uno de los choferes.

A pocas cuadras, en Fiorito, una farmacéutica atiende a una madre con tres hijos por la ventanilla y Alfredo, un cartonero de 57 años, acomoda la recaudación de su recorrido de ayer en una pila al lado del carro con el que volverá a salir en unas horas. “No levantan la basura hoy, puede ser un buen día para juntar lo mío”, explica.

Pasadas las 8 de la mañana, algunos negocios empezaron a abrir al público. Las agencias de lotería levantaron las persianas y algunos supermercados también. En una sucursal del supermercado DIA, en Villa Soldati, el encargado advierte que irán revisando turno por turno la dotación de empleados con la que cuentan: “Dependemos del transporte público, si no tenemos un mínimo de empleados acá vamos a tener que cerrar”, explica.

Al supermercado llegan apenas algunos clientes: los que dependen de algún ingrediente que no encontraron en la alacena y los que, aseguran, sabían que el comercio iba a estar abierto “porque en este país hay que trabajar”.

Uno por uno, los servicios paralizados

Transporte público: El transporte público de pasajeros de corta, media y larga distancia no funciona por 24 horas. Adhieren al paro los colectiveros de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), los cuatro sindicatos ferroviarios, los metrodelegados del subte porteño y el Sindicato de Peones de Taxis. Los servicios estarán paralizados hasta las 24.

Solo el Grupo Dota apunta a cumplir con el 50 por ciento del servicio de sus líneas de colectivos, entre las que se encuentran las siguientes: 6, 7, 8, 9, 12, 20, 21, 23, 24, 25, 28, 31, 44, 50, 51, 56, 57, 74, 76, 78, 79, 84, 87, 91, 99, 100, 101, 106, 107, 108, 111, 115, 117, 127, 130, 134, 135, 146, 150, 161, 164, 177 y 188. En provincia de Buenos Aires, las líneas de esta empresa son 256, 263, 271, 299, 370, 384, 385, 388, 403, 405, 421, 429, 435, 440, 503, 514, 520, 540, 550, 551, 552, 553, 570, 740

Transporte aerocomercial: No hay vuelos de cabotaje ni internacionales. Los 12 gremios que integran el rompecabezas aeronáutico se sumaron a la protesta ante el rechazo a la posible privatización de Aerolíneas Argentinas y la política de “cielos abiertos” que dispuso el Gobierno para facilitar la actividad en el país de empresas aerocomerciales low-cost.

Los controladores aéreos están obligados a trabajar porque son considerados servicio esencial. Por convenio, el personal a cargo de controlar la navegación aérea no puede frenar por completo su actividad. Siempre debe funcionar como mínimo al 45 por ciento. De todos modos, el servicio aeronáutico es muy particular porque basta con que adhiera un gremio para paralizar por completo la actividad.

Atención bancaria: La Asociación Bancaria, el gremio que reúne a los empleados bancarios, adhiere a la medida de fuerza. Por lo tanto, no hay atención en las entidades públicas y privadas de todo el país.

Supermercados: En lo relativo al comercio, el sindicato mercantil se sumó a la protesta. Grandes cadenas de supermercados crearon un comité de crisis con personal jerarquizado y mandos medios en caso de una masiva ausencia del personal.

Comercios: Si bien el Sindicato de Empleados de Comercio se pliega al paro nacional, en los comercios de cercanía o negocios minoristas, algunos dueños procuran abrir las puertas de sus locales.

Farmacias: El sindicato del sector acordó recientemente un aumento salarial del 16% mensual y resolvió no adherir al paro de la CGT, por lo que las farmacias deberían brindar atención normalmente si es que no se ven afectadas por la falta de transporte.

Gastronomía: El gremio adhiere al paro, aunque con reparos. Se espera una respuesta dispar por parte de los encargados de abrir los locales gastronómicos.

Escuelas y universidades: No hay clases en las escuelas públicas y privadas a pesar de que la sindicalización en el sector docente no supera al 50 por ciento de los maestros. El normal funcionamiento de los establecimientos se ve alterado, principalmente, por la falta de transporte. Hay excepciones con escuelas privadas que trabajan con horario y staff reducidos. Las universidades públicas permanecen cerradas.

Recolección de residuos: No hay servicio hasta las 24. Luego, se reanudará con normalidad la tarea. Podría haber excepciones en distritos en los que el servicio esté municipalizado y no a cargo de los camioneros o del sindicato local de recolectores.

Correo postal: No hay reparto de correo postal de las empresas privadas ni de la estatal Correo Argentino.

Administración pública: Si bien adhieren a la protesta los dos gremios estatales, UPCN y ATE, puede haber actividad parcial en algunas dependencias ante la amenaza del Gobierno de descontar del salario el día de huelga. UPCN tiene la capacidad de paralizar las áreas jerárquicas del Estado y los organismos públicos nacionales, mientras que ATE se jacta de poder afectar el normal funcionamiento de hospitales públicos y más de 800 municipios.

La actividad en el Congreso de la Nación también se ve afectada por la adhesión de la Asociación del Personal Legislativo (APL).

Personal de salud: Al tratarse de una actividad esencial, hay atención parcial, con menos personal del habitual, con guardias mínimas para consultas espontáneas y urgencias.

Actividad portuaria: Quedan interrumpidas las actividades en los puertos, por lo que se ve afectado el comercio exterior. Adhieren los 19 gremios del sector, entre ellos, la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines, dos organizaciones con fuerte presencia en lo relativo al comercio exterior.

Transporte de cargas: No funciona el reparto de mercadería, diarios y revistas. Tampoco el transporte de caudales ni el suministro de combustible. Son todas ramas que controla el gremio de los camioneros, que encabezan Hugo y Pablo Moyano.

Estaciones de servicio: No hay atención en las principales estaciones de servicios de la ciudad y la provincia de Buenos Aires, donde talla más fuerte el Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio que lidera Carlos Acuña, uno de los integrantes del triunvirato de mando de la CGT.

Cines, teatros y clubes: Si bien el Sindicato Único de Trabajadores del Espectáculo Público adhiere al paro convocado por la CGT, las grandes cadenas de cine garantizan su normal funcionamiento. En tanto, la Feria del Libro cerrará a las 20 en lugar de a las 22

Las entidades deportivas afectadas son aquellas en las que interviene el personal nucleado en la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles.

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