Padres Organizados, es un grupo de padres de todo el país, que se organizó en redes sociales para pedirle al ministro de Educación Nicolás Trotta que revise el regreso a las clases presenciales en el territorio nacional.
El grupo de padres se manifiestan activamente por la vuelta a las aulas, en un contexto de pandemia, pero con protocolos que permitan revertir el “impacto social en los sectores más vulnerables” en el ámbito educativo y retornen al “espacio de contención” que se encuentra cerrado desde marzo de 2020.
PadresOrg apela al diálogo con el ministro para desandar el estado de incertidumbre en el que se encuentran, ya que lo que “dicen que va a pasar y lo que pasa es muy diferente”.
Entre las acciones que llevan a cabo presentaron un amparo “para garantizar la igualdad en el acceso a la educación”.
PadresOrg comenzó a funcionar en agosto, a partir del diálogo que mantuvieron distintos miembros a través de Twitter. En septiembre lograron confeccionar una carta pública.
María José Navajas es una de las voceras de este movimiento. En diálogo con Perfil destacó que PadresOrg fue contactado por el ministerio de Educación nacional y ellos le solicitaron una reunión con Trotta para que “nos brinden precisiones acerca del plan de regreso a las aulas y sobre el papel que va a desempeñar la autoridad nacional para promover la presencialidad en los distintos distritos y niveles educativos”, expresa el escrito.
Si bien aún no recibieron respuesta, esperan que esto se produzca a la brevedad ante el inminente comienzo del ciclo lectivo.
“El mismo Nicolás Trotta había dicho que los chicos no son vectores contagio”, expresó la vocera y cuestionó que las escuelas sean ambientes de propagación del virus, ante la apertura de otros espacios como los cines.
Navajas destacó que tuvieron contacto con las autoridades de la ciudad de Buenos Aires y, en una reunión, les adelantaron cómo va a ser el regreso a las aulas, previsto para el próximo 17 de febrero.
El recurso, que hicieron público a través de su página web, busca amparar “los derechos vulnerados” de los chicos durante el decretado ASPO, ya que “no haber ido en todo el año a la escuela presenta muchas consecuencias negativas para los chicos y eso atraviesa a todos los segmentos sociales”, explicó Navajas.
“Los más afectados fueron los más vulnerables, quienes tienen menos recursos económicos, porque la escuela para ellos no es solamente un lugar de aprendizaje de contenidos sino también en donde reciben un plato caliente de comida, de salir de entornos familiares conflictivos”, contempló la historiadora tucumana.
