En un análisis profundo sobre la situación actual del consumo en Argentina, el consultor Guillermo Oliveto sostiene que “el consumo está partido en dos”. Según Oliveto, un 30% de la población continúa impulsando la compra de autos, electrodomésticos y viajes, mientras que un 60% se encuentra atrapado en la cultura del “no llego, no me alcanza”. Esta segmentación es el resultado de la caída de ingresos y la pérdida de empleo formal que ha afectado a la mayoría de los argentinos.
Desde su perspectiva, la obra pública juega un rol crucial en la recuperación económica. “Hoy recorrés la Ciudad y ves muchas más obras que el año pasado. Eso mueve empleo, y mucha gente que trabaja en obra pública es clase media baja o clase baja trabajadora”, señala. Oliveto considera que el impulso en la construcción podría ser un primer vector de crecimiento para 2025.
El consultor también analiza el impacto del turismo, un sector que ha sido afectado en los últimos años. Aunque menciona que “el turismo extranjero está golpeado”, destaca que la Ciudad de Buenos Aires se está recuperando más rápido gracias a eventos y actividades que atraen visitantes de Latinoamérica. “Buenos Aires está elevando su potencia en la emisión de sentido”, argumenta, lo que resulta fundamental para el comercio local.
Guillermo Oliveto, referente absoluto en consumo y aspiraciones 🛍️, estuvo en el evento del @BancoCiudad ✨
Su frase que quedó resonando: “Ya no tiene sentido stockearse” 📉
🧃Un consumo más racional, veloz y sin acumulación: el cambio ya está acá pic.twitter.com/iPk3RomtvE
— El Economista (@ElEconomista_) November 28, 2025
Sin embargo, los desafíos persisten, especialmente en el sector gastronómico, que ha visto una fuerte caída en su actividad. “El comercio en la Ciudad está muy proactivo: ya no alcanza con esperar que vengan; hay que salir a seducir”, enfatiza Oliveto. Esto es crucial ante la realidad de que el nivel de actividad ha dejado de ser una preocupación secundaria para convertirse en la principal.
Con respecto a la informalidad y el empleo, Oliveto afirma que “la informalidad es 42%, según INDEC”. La situación es tan grave que algunos rubros, como indumentaria, enfrentan competitividad desleal debido a las importaciones. “Corregir a la Argentina era muy complejo. Se eligió corregir desde la macro a la micro, priorizando el superávit fiscal”, comenta.
Finalmente, el consultor concluye que para aprovechar el potencial de crecimiento hacia 2030, se necesita “una revolución de infraestructura y de inversión, y educación pública fuerte”. Para él, el país no solo necesita dinero, sino también cohesión social: “El desafío es llegar lo más integrados posible”. Esta reflexión encapsula la necesidad urgente de abordar las desigualdades que afectan el consumo y la vida cotidiana de millones de argentinos.
