Nuevo frente de gobernadores desafía la hegemonía peronista y se acerca a Milei

Nuevo frente de gobernadores desafía la hegemonía peronista y se acerca a Milei

Saénz, Jalil, Jaldo, Figueroa y Passalacqua podrían constituir un interbloque en Diputados y el Senado.


Cinco gobernadores del interior avanzan en la construcción de un frente parlamentario que podría debilitar la cohesión del peronismo en el Congreso. Los mandatarios —Gustavo Sáenz (Salta), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Hugo Passalacqua (Misiones) y Rolando “Rolo” Figueroa (Neuquén)— negocian la constitución de una bancada con traducción tanto en Diputados como en el Senado.

Aún no está definido si el espacio será un bloque único o un interbloque, pero la voluntad de diálogo con la Casa Rosada y el interés en asegurar recursos y obras para sus provincias funcionan como motor político del armado.

Los gobernadores citados mantienen un perfil dialoguista y, según fuentes oficiales, ya tuvieron intercambios formales e informales con funcionarios del Ejecutivo nacional tras la victoria de Javier Milei. Ese vínculo con la Casa Rosada los posiciona como aliados posibles de las reformas que el Gobierno pretende llevar al Parlamento —como la modernización laboral, la reforma tributaria, el endurecimiento del Código Penal y el Presupuesto—, iniciativas que requieren mayorías amplias en ambas cámaras.

El eventual frente podría aportar entre 25 y 30 legisladores al bloque oficialista y facilitar la construcción de quórums y mayorías necesarias para sancionar leyes clave. Desde la Casa Rosada calculan que la suma de la bancada propia y el apoyo del Pro, que mantendrá un bloque propio pese a respaldar las reformas, acercan a la administración al piso requerido de 129 diputados y 37 senadores para dictaminar las medidas más sensibles. Sin embargo, las cifras exactas “se van a poder hacer cuando haya una decisión definitiva y se saquen la foto”, señalaron voceros partidarios.


Dentro del peronismo esto genera inquietud y resignifica la fragmentación de la fuerza tras las elecciones: mientras algunos gobernadores optan por sostener una postura cercana al diálogo con Nación, el núcleo más duro del peronismo mantiene su rechazo a las iniciativas de Milei. En ese contexto, la posibilidad de que figuras provinciales del peronismo conformen una bancada “federal” pone presión sobre la conducción nacional del partido y sobre referentes como Cristina Kirchner, que observan con cautela los movimientos de los gobernadores del interior.

Raúl Jalil, que ya lidera un bloque denominado Independencia, fue contundente al expresar que los gobernadores deben tener la posibilidad de negociar y que la agenda política no puede ser monopolizada por el Conurbano. Sus declaraciones públicas, junto con la experiencia previa de Jaldo y el perfil moderado de Sáenz, Passalacqua y Figueroa, marcan una tendencia hacia la búsqueda de acuerdos pragmáticos que prioricen las demandas provinciales por encima de alineamientos ideológicos rígidos.

A mitad de camino entre la búsqueda de recursos y la estrategia política, los gobernadores negocian los detalles del armado y evalúan si sumar a otras fuerzas dialoguistas, como el espacio Provincias Unidas, aunque por ahora no está prevista una integración formal. El eventual nacimiento de este frente cerraría una etapa de incertidumbre sobre la gobernabilidad del Congreso y redefiniría el mapa de poder: más gobernadores con vocación de pacto con la Casa Rosada significan, en la práctica, un debilitamiento del bloque peronista unificado y un escenario más favorable para que el Ejecutivo avance con su agenda legislativa.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...