El economista Diego Giacomini lanzó una dura interpretación sobre las recientes decisiones políticas de Javier Milei y José Luis Espert. Según su mirada, ambos “buscaron en la política lo que no obtuvieron en el sector privado”. Esa conclusión se convierte en el eje sobre el cual articula su crítica del vínculo entre los dos referentes libertarios.
Giacomini sostuvo que la cercanía inicial entre ellos “fue producto de conveniencias más que de afinidad personal”. En su relato, aquella alianza temprana obedeció a intereses estratégicos, no a una genuina sintonía ideológica ni humana. Y con el paso del tiempo esas diferencias terminaron por imponerse.
“La relación siempre estuvo marcada por conveniencias y rivalidades”, sostuvo el economista. En su visión, los desencuentros presentes no son una sorpresa, sino el lógico desenlace de una unión con base frágil. Él afirma que los choques eran predecibles si se observa con atención la evolución de esa sociedad política.
Hay 3 cosas que son indudablemente mentira: 1) que en el Edén Eva le dio una manzana a Adán; 2) que una candidatura testimonial sea gratuita y 3) que te adelanten 200 Lucas verdes “por las dudas y en concepto de lo que voy a ponerme pensar pedirte”
— Diego Giacomini (@GiacoDiego) October 3, 2025
Para el economista, la motivación de ambos por incursionar en lo público responde a fallas en sus trayectorias privadas: “el reconocimiento y el dinero que no obtuvieron en la actividad privada… lo buscaron en la política institucional”. Esa especulación, aplicada al ámbito del poder, es para él parte del núcleo del conflicto.
También advierte sobre un fenómeno que suele pasar desapercibido: muchos consultores o profesionales que venden acceso a información privilegiada terminan o intentando integrarse a la burocracia o conservando clientelas gracias a vínculos ocultos. Esa dinámica —dice Giacomini— debilita la crítica seria que debería poder existir desde afuera.
Sobre el presente económico nacional, Giacomini cuestiona duramente el plan implementado. Califica la política monetaria actual como “discrecional”, critica la supuesta “emisión cero” y asegura que los objetivos del equipo oficial no podrán cumplirse: “el plan económico va a fracasar y la realidad se va a imponer”.
Por último, anticipa que Milei priorizará no reconocer errores frente a la caída de sus objetivos y abandonará responsabilidades externas. “Va a preferir fracasar como presidente antes que admitir que su teoría económica no funciona”, dice. En ese vaticinio se condensa su diagnóstico: la realidad económica terminará imponiéndose ante proyectos incongruentes.