En una extensa conversación con Alejandro Fantino en el streaming de Neura, el presidente Javier Milei protagonizó una inusual exposición mediática, acompañado por su ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo y el titular del BCRA Santiago Bausili.
Bajo un formato que el conductor definió como “conversación” y no entrevista, Milei se mostró relajado, provocador y enfocado en justificar el rumbo económico y político de su gestión. “Esto no es una entrevista, es una conversación”, dijo Fantino, marcando el tono informal de un intercambio que osciló entre lo técnico y lo ideológico.
Desde el comienzo, Milei se mostró satisfecho por la presencia de su equipo económico y aprovechó la ocasión para desmentir rumores de internas. “Dijeron que nos matamos a trompadas con Caputo”, ironizó, mientras el ministro aclaraba que había sido “una operación” mediática.
Fantino sumó una reflexión sobre el valor de la verdad en tiempos de hiperconectividad: “No hay más verdad, es una construcción permanente. Es cómo se instala”. Este primer bloque funcionó como plataforma para que el presidente explicara la lógica de su gobierno: un triángulo de poder compuesto por su hermana Karina, Guillermo Francos y Santiago Caputo, con él tomando todas las decisiones estratégicas.
Uno de los ejes centrales de la conversación fue el futuro inmediato del país y la consolidación del modelo libertario. Milei anticipó que proyecta su gobierno en dos etapas: hasta octubre de 2025 como puente, y desde allí hacia 2027 con reformas “más estructurales”. Aseguró que la inflación bajará a mediados del año próximo y justificó el uso de deuda del Tesoro para pagar compromisos del Banco Central. “Hicimos algo inédito en la historia argentina y del FMI”, afirmó, acusando a la oposición de sabotear la estabilidad fiscal por interés político.
El Presidente volvió a posicionarse en clave electoral y aseguró que su victoria en octubre será “una paliza” que pondrá fin al kirchnerismo. “No es de vida o muerte septiembre. Octubre va a ser mejor”, afirmó con confianza.
Cerró con una visión ambiciosa: “Queremos hacer grande a la Argentina nuevamente. Queremos ser como Estados Unidos, Irlanda o Suiza. No se sale subiendo impuestos, se sale con capitalismo”.
Y remató: “Hay una interacción que tiene que ver con la segunda parte de este mandato. En el 2027 voy a ser reelecto. Estoy hablando de la secuencia de reformas que van del 25 al 27. También tenés que llegar a octubre. Eso se pelea en la coyuntura, que es Toto (Luis Caputo) en Economía y Patricia (Bullrich) en Seguridad”.
🚨 EMPEZÓ LA CLASE DE MILEI EN VIVO: EL PRESIDENTE AGARRÓ LA LAPICERA Y SORPRENDIÓ A TODOS EN NEURA 🦁🇦🇷
“Esto es en vivo, esta dibujando Javier…” @JMilei @fantinofantino pic.twitter.com/Xbtgmsb4ag
— Agarra la Pala (@agarra_pala) August 1, 2025
Contra la Vicepresidenta
El presidente volvió a cargar con dureza contra su vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien acusó de haber “habilitado una sesión golpista” que generó una corrida financiera. “Roma no paga traidores”, sentenció varias veces.
Aseguró que Villarruel actúa como una aliada del kirchnerismo y que su decisión de permitir esa sesión implicó un “torpedo fiscal” al equilibrio que sostiene su programa económico. “Cada cosa que haga va a quedar expuesta”, prometió, confirmando un quiebre irreversible.
Obra pública
Sobre la obra pública, Milei ratificó su política de eliminación total del modelo tradicional: “La trampa es que una obra se llame obra pública. Si tiene sentido económico, la hace el privado”. Señaló que solo se licitarán 10.000 kilómetros de rutas troncales, mientras que el resto dependerá de provincias y municipios.
Caputo complementó denunciando el “club de la obra pública” y la regulación excesiva del Estado: “Argentina regula para la excepción”, dijo, al justificar los cambios en controles financieros.
La discusión también giró en torno a la dolarización, el rol del Estado y el futuro de la economía. Milei explicó que para dolarizar se necesitan dos años y un acceso pleno al mercado de capitales. También defendió su política monetaria restrictiva y afirmó que su gobierno cuenta con reservas suficientes para resistir cualquier ataque: “Van a terminar todos en camilla”, lanzó. Al hablar de competencia y mercado, se definió como un liberal ortodoxo y exaltó valores como el esfuerzo, el ahorro y el trabajo duro.