Massa le hizo un guiño a los gobernadores

Massa le hizo un guiño a los gobernadores

El ministro de Economía presentó un programa para irrigar casi 2 millones de hectáreas y dinamizar las exportaciones.


El ministro de Economía, Sergio Massa, junto al presidente Alberto Fernández, y a gobernadores, presentó el Plan Integral Argentina Irrigada, que busca ampliar la superficie productiva y fortalecer las economías regionales, beneficiando a más de 50.000 productores.

La iniciativa apunta a incorporar 1,9 millones de hectáreas a la superficie irrigada y contempla una inversión pública de US$ 2.066 millones para riego tecnificado que, sumada a la inversión privada, llegará a los US$ 3.232 millones. De esta manera, se incrementará en un 90% la superficie alcanzada.

De acuerdo con las estimaciones, el proyecto beneficiará a 50.717 productores y generará más de 80.800 empleos en diferentes regiones de Argentina.

Adicionalmente, el aumento de la superficie irrigada producirá un impacto positivo sobre la cantidad y calidad de la producción y mejores condiciones para el desarrollo de zonas rurales. Por otra parte, permitirá contribuir a las adaptaciones del cambio climático para afrontar las frecuentes sequías.

Argentina Irrigada es un programa que condensa un total de 95 proyectos nuevos distribuidos en 20 provincias que son financiados con fondos locales y provenientes de bancos multilaterales de crédito como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), y más recientemente, el Fondo Saudí para el Desarrollo. Además, el Programa vuelve a dinamizar 57 proyectos de gestión hídrica lanzados en 2000.

De acuerdo a las estimaciones del Ministerio de Economía, gracias estas 95 obras se beneficiarán de manera directa 50.717 productores y se van a generar 80.808 empleos rurales permanentes en las diferentes del país. Del total de las obras, 33 ya cuentan con financiamiento aprobado por USD394 millones. Y de ellas, 16 se están ejecutando en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, La Rioja, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Salta y San Juan. Mientras que otras 17 se encuentran el etapa de formulación.

En total las obras de riego identificadas se llevan adelante promoviendo agendas de inversión público-privadas con las provincias traccionando inversiones privadas por USD3.233,3 millones en riego, estructura y mejoras productivas. Así, tendrán una repercusión en las cadenas de valor alcanzadas por unos USD4.413, 6 millones.

“Esto es mucho más que la puesta en marcha de obras, es la mejor respuesta que podemos dar a la sequía más grande de los últimos 100 años, que nos provocó enormes pérdidas en nuestra economía, provocando menos producción, menos exportaciones y menos actividad en todo el país”, dijo Sergio Massa, quien recordó que el agua como recurso está en el centro del debate mundial por la seguridad alimentaria y la generación de proteínas.

Y valoró que “desde el Estado intervengamos con este tipo inversiones en infraestructuras”, ya que “aumentan nuestra capacidad productiva, agreguen valor y nos permitan vender cada vez más trabajo argentino al mundo, que es lo que nuestro país necesita”. En este sentido, consideró que la irrigación va a redefinir la relación con China, nuestro principal socio comercial, tal y como ya lo evidenció el uso del swap.

“Esto también es redistribución del ingreso”, agregó Massa, “porque en los núcleos húmedos obviamente la rentabilidad está asegurada, pero en aquellas zonas áridas en donde tiene que haber infraestructura e inversión del Estado para llevar adelante la posibilidad de aumentar la capacidad productiva, es clave que el Estado intervenga”.

En este sentido, enfatizó la relevancia de la incorporación de la producción extrampeana a las exportaciones de cultivos intensivos: “Porque la salida de Argentina es una sola y es vender trabajo argentino al mundo”, aseveró.

Por su parte, el secretario de Planificación del Desarrollo y la Competitividad Federal Jorge Neme indicó: “Con este plan estamos generando una política de estado estratégica y con carácter netamente federal; es una respuesta a largo plazo para combatir las consecuencias del cambio climático y prevenir los efectos negativos de la sequía”.

“Desde el año 2002 Argentina avanzó con obras de modernización de los sistemas de riego que prácticamente fueron paralizadas en el año 2015. El plan también es un llamado a las provincias y al sector privado para trabajar en conjunto y revertir el desaliento al que se sometió a los sectores productivos argentinos durante la presidencia de Mauricio Macri, etapa donde se perdió competitividad, valor y nuestros productos disminuyeron su participación en el mercado mundial”, expresó.

Y cerró: “Impulsar el riego sostenible a través de un plan estratégico y federal es un paso fundamental para que lleguemos a nuestro máximo potencial, que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) proyectó en el año en 6,2 millones de hectáreas, lo que llevaría la superficie irrigada de la Argentina a 8,3 millones de hectáreas”.

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