La diputada nacional Gisela Marziotta (Frente de Todos) criticó con dureza la decisión del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de mantener las clases presenciales en la Ciudad, pese al fallo del juez federal Esteban Furnari, que avaló el DNU de Alberto Fernández disponiendo el cierre de las aulas en el AMBA por la suba de casos de coronavirus.
“Es perverso y mezquino, porque está jugando con el deseo de los niños y las niñas”, afirmó Marziotta, quien aspira a competir como candidata a diputada nacional en las próximas legislativas.
-¿Es un fracaso de la política que se haya llegado a esta situación por las clases presenciales?
-Lamentablemente, creo que lo que se impuso es la mezquindad política para llegar a esta instancia. El jefe de Gobierno no pudo con su ambición, con esto de estar pensando más en cosas que suenen bien a los oídos, con ese discurso de lo que es lindo, pero que él también sabe que es impracticable. Es perverso y mezquino, porque está jugando con el deseo de los niños y las niñas.
-La Ciudad argumenta que toma esta decisión basados en evidencias de que las escuelas no son “focos de contagios”.
-En el mundo. Ni siquiera tenemos que hablar de lo que pasa acá, está demostrado que la curva fue ascendente a partir del inicio de las clases, que aumenta la circulación cuando van los chicos al colegio. Empiezan las clases y es un caos el tránsito en la hora pico. Es obvio que aumenta la circulación cuando van los chicos a la escuela. En Israel lo primero que cerraron fueron las escuelas y lo último que se abrieron fueron las escuelas. Estamos ante una segunda ola muy fuerte, reconocido esto por el gobierno de la Ciudad.
La excusa de decir que no pasa en las escuelas se cae sola. Y Larreta lo sabe. El jefe de Gobierno no quiso pagar el costo de tener que dar una mala noticia en un año electoral, con una ambición política que está por encima de la necesidad del cuidado de la población.
-Los ministros Nicolás Trotta (Educación) y Carla Vizotti (Salud) estaban a favor de que continuara la presencialidad, pese a la suba de casos.
-Yo también quiero que continúe la presencialidad. Todos queremos eso. El Presidente también quiere las escuelas abiertas, pero las decisiones no se pueden tomar por capricho. El Presidente prioriza por encima de cualquier cosa el cuidado de la salud de argentinos y argentinas. Por eso, tomó esa decisión, que es antipatiquísima. Las clases continúan en forma virtual, sabemos que no es lo mismo, pero las clases siguen.
-¿No debería haber consultado con la Ciudad antes de anunciarlo?
-El Presidente siempre consulta y tiene información de distintos ámbitos para tomar la decisión final. La última palabra la tiene el presidente de la Nación. El tema es que no era la decisión que querían que tomara. El sistema privado de salud de la Ciudad tiene el 95 por ciento de las camas de terapia intensiva ocupadas. Es grave. Si a Larreta no le importan y prioriza su proyección política, hay un gobierno nacional que se hace cargo. La perversión de poner a los chicos en el medio…
-Larreta dice que la virtualidad generó un daño en la educación, hubo deserciones. ¿No es riesgoso continuar con este sistema?
-Obviamente que no es lo que queremos. Todos queremos las escuelas abiertas y con los niños en las escuelas. No es lo mismo aprender a través de una pantalla, sabiendo además los problemas de conectividad que tenemos. Es una decisión que hay que respetar porque la tomó el Presidente. Esto es porque estamos en una situación extraordinaria, no era el plan del gobierno del Frente de Todos en la campaña 2019. Apareció el coronavirus en el mundo, nos toca atravesar una pandemia. Nadie la esperaba, ni nadie tiene una plataforma de gobierno sobre cómo actuar frente a una pandemia. No es el objetivo del gobierno que no haya clases, están queriendo confundir a la gente.
-¿Trotta quedó debilitado después de que Fernández lo desautorizara?
-No se puede poner en el mismo plano. El presidente no debilita ni fortalece, toma una decisión porque está gobernando en función de todas las áreas que corresponden que lleve adelante el jefe del Estado. No puede haber educación sin salud. Los ministros son asistentes del Presidente.
-¿Es grave que Larreta no haya acatado el fallo del juez federal?
-Sí, es muy grave.
La excusa de decir que no pasa en las escuelas se cae sola. Y Larreta lo sabe. El jefe de Gobierno no quiso pagar el costo de tener que dar una mala noticia en un año electoral, con una ambición política que está por encima de la necesidad del cuidado de la población. (Gisela Marziotta)
-El abogado Eduardo Barcesat pidió la intervención federal de la ciudad y el Gobierno habla del delito de desobediencia
-Es muy grave que no se acate lo que dice la Justicia, sobre todo, porque va en contra de su discurso. Cuando sus amigos judiciales no lo ayudan, no acata. Eso pone el orden de prioridades del gobierno porteño, que claramente no es la salud de los porteños.
-¿Esta pelea complica la negociación con Juntos por el Cambio para posponer las PASO?
-Más allá de cual sea el tema que hay que poner sobre la mesa, espero que la oposición esté a la altura de una situación tan extraordinaria. En esto no somos oficialismo ni oposición. Somos argentinos atravesando una pandemia mundial. Hay que sentarse a trabajar juntos en todo sentido. Me molesta que se intente confundir. Quieren dar un mensaje confuso respecto de para qué y por qué se toman las medidas. ¿Cuándo Larreta tomó medidas para contener a los vecinos el año pasado? Siempre las tomó el gobierno nacional.
-¿Está de acuerdo con postergar las elecciones o prefiere suspender las PASO?
-Me parece que habría que postergar, pero es muy difícil proyectar lo que podemos ir haciendo. Va a estar supeditado a cómo avance o no la tercera ola.
-¿Le gustaría ser candidata en las próximas elecciones?
-Sí, sigo trabajando por la Ciudad de Buenos Aires. Me gustaría seguir pensando en los vecinos y vecinas. Si el Frente de Todos me necesita, allí estaré acompañando.
