Mar del Sud: investigan una escuela por dar de beber agua contaminada

Mar del Sud: investigan una escuela por dar de beber agua contaminada

Un análisis privado detectó bacterias peligrosas en el agua que tomaban los chicos.


La primera señal de que algo no andaba bien llegó en silencio, en forma de malestares estomacales que se repetían entre los alumnos. Padres preocupados comenzaron a atar cabos: vómitos, fiebre, diarrea. El patrón se repetía demasiado como para ser casualidad. Fue entonces cuando uno de ellos decidió encargar un análisis privado del agua que salía de las canillas de la escuela de Mar del Sud.

El resultado fue un golpe seco: Escherichia coli y Pseudomona aeruginosa, dos bacterias que no deberían estar en ningún vaso de agua potable, aparecieron en el informe. La denuncia llegó a la Justicia federal y el fiscal Carlos Martínez tomó el caso. Lo que parecía un problema sanitario pronto se transformó en una investigación por presunta falsificación de documentos públicos.

En el expediente figura un dato inquietante: los certificados de potabilidad que la escuela presentaba llevaban la firma de una perito química de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Cuando fue citada, la profesional negó haber firmado esos papeles. La sospecha es que se trataba de informes apócrifos para evitar que el establecimiento fuera clausurado o que se ordenaran obras urgentes.

La investigación derivó en allanamientos simultáneos en el partido de General Alvarado. Agentes de la Policía Federal secuestraron computadoras, teléfonos y carpetas con documentación. Entre los lugares inspeccionados estuvo la casa de un contratista del Consejo Escolar, señalado por encargarse de la limpieza de tanques y análisis de agua en varias escuelas. También se revisaron oficinas del propio Consejo y dependencias de los establecimientos educativos.

En paralelo, se identificó a otras cuatro personas que podrían estar implicadas en la maniobra. Los investigadores creen que se trató de una red de encubrimiento que, por acción u omisión, permitió que cientos de chicos bebieran agua contaminada durante meses. “No es solo un delito contra la administración pública, es un atentado contra la salud de menores”, deslizó una fuente judicial.

Mientras la causa avanza, la comunidad educativa de Mar del Sud sigue con bronca y miedo. Bronca por la posible negligencia y corrupción; miedo por las consecuencias que el agua turbia pudo haber dejado en la salud de los chicos. En los pasillos de la escuela, el murmullo es el mismo: quieren respuestas, pero sobre todo, quieren que nunca más se repita.

Qué se dice del tema...