La dirigente política del Frente Renovador y esposa de Sergio Massa, Malena Galmarini, reflexionó sobre la coyuntura actual del gobierno argentino y sus similitudes con gestiones pasadas. Según Galmarini, “Muchas de las cosas que hace hoy el Gobierno, son las mismas que hizo Sergio: el dólar soja, las retenciones cero.” Sin embargo, destacó que “la diferencia es que lo hacen de manera desesperada” en un contexto político y económico complicado.
Respecto a la situación del presidente Javier Milei, Galmarini descartó que no pueda terminar su mandato: “No creo que el Gobierno esté en condiciones de no terminar su mandato, precisamente porque las fuerzas políticas que consideramos que la democracia es importante estamos dando la gobernabilidad necesaria para que Milei pueda concluir.” Además, criticó el actual rumbo del gobierno al decir que espera que “cambie el camino que eligió de crueldad, odio y egoísmo.”
Galmarini cuestionó la prioridad del gobierno sobre el orden fiscal a costa del bienestar de las familias argentinas: “Si blindar el superávit significa que la gente tenga hambre, que no haya empleo o que vivamos esta recesión brutal… empezamos a replantearlo”.
Reiteró que “tener orden fiscal es importante, pero más importante es tener orden en las familias, en la microeconomía, para que la gente pueda vivir dignamente”.
Me parece a mí, o la comparación es entre la Banelco de De La Rúa y el 3% de #KarinaAltaCoimera?
El problema es que hambrean y les pegan a nuestros jubilados, desprecian a nuestras personas con discapacidad, no cuidan a quienes nos cuidan (médicos, enfermeras y mujeres que crían… https://t.co/hO6bYXA6So
— Malena Galmarini (@MalenaGalmarini) September 19, 2025
Sobre la inflación, sostuvo que “el problema no era la inflación en sí, sino otras cuestiones.” Explicó que el control artificial de la inflación ha tenido un costo social alto: “No tener inflación, porque es el silencio en el cementerio, no está bueno.” Atribuyó parte de la crisis inflamatoria a la devaluación abrupta en los primeros días del gobierno de Milei, que sigue afectando especialmente a las pymes.
En relación a la deuda externa y sus implicancias políticas, Galmarini llamó a “discutir la deuda, como hizo Néstor,” y remarcó la necesidad de debatir en el Congreso: “Cualquier deuda debe pasar por el Congreso según la ley. La deuda que toma cualquier gobierno con cualquier organismo siempre la paga el pueblo argentino.” A su juicio, lo crucial es entender “qué se hizo con ella,” porque no es lo mismo endeudarse para infraestructura o programas sociales, que para beneficiar a los poderosos.
Finalmente, la dirigente lanzó un mensaje para las próximas elecciones del 26 de octubre: “Es la oportunidad de poner un freno, no a Milei como presidente, no para arriesgar la gobernabilidad, sino a las políticas de odio, egoísmo, crueldad y resentimiento.” Y planteó la necesidad de un Estado “menos elefantiásico pero presente, ágil y moderno, que facilite a quienes quieren decidir, pero que tienda una mano generosa a quienes no pueden salir del pozo en el que se encuentran”.