Los peronistas que resistieron la ola libertaria y buscan rearmar el PJ

Los peronistas que resistieron la ola libertaria y buscan rearmar el PJ

Los dirigentes que ganaron en sus territorios se preparan para disputar poder en la reorganización del partido.


En el apabullante triunfo de La Libertad Avanza (LLA) en 16 de los 24 distritos del país —y su victoria en seis de los ocho senadores en juego— el Partido Justicialista (PJ) vio cómo muchas de sus figuras quedaban al borde del abismo electoral. Pero no todos quedaron fuera: hubo dirigentes peronistas que lograron resistir el embate libertario y ameritan análisis por su resistencia y potencial de futura relevancia.

Uno de los casos más destacados es el de Cristian Andino en la provincia de San Juan, quien obtuvo el 34,44 % de los votos en la Cámara de Diputados, superando al gobernador Marcelo Orrego (31,02 %) y al frente de La Libertad Avanza (LLA) (26 %). Esto revitaliza al peronismo sanjuanino y fortalece al bloque liderado por el exgobernador Sergio Uñac, que pretende disputar peso a nivel nacional dentro del Justicialismo.

Otro ejemplo es el del sacerdote y nuevo dirigente electoral Juan Carlos Molina en Santa Cruz, que logró un triunfo muy ajustado frente al contexto adverso. Su irrupción —viniendo de la militancia social y sin largas trayectorias electorales previas— lo convierte en una ficha a observar en el mapa peronista de la Patagonia.

En La Pampa, el gobernador Sergio Ziliotto logró vencer a la oferta libertaria por un margen estrecho: su boleta obtuvo 44,59 % frente al 43,56 % de La Libertad Avanza (LLA). Esa victoria, aunque ajustada, le permite al peronismo mantener una banca en Diputados y conservar al menos una trinchera territorial en una jornada donde muchas se derrumbaron.

En el norte argentino también hubo supervivientes del PJ: los gobernadores Gildo Insfrán (Formosa), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca) lograron victorias frente al avance de La Libertad Avanza (LLA), lo que les brinda un piso de poder para intervenir en la reconfiguración nacional del partido.


Estos sobrevivientes peronistas, sin embargo, afrontan un escenario complejo. No sólo deben gestionar la victoria en minoría, sino que además deben contribuir a un proceso de reorganización de un peronismo que ya no tiene conducción evidente a nivel nacional. Según el artículo, la lógica de definición será “horizontal”, con plenarios, visitas al interior y consensos emergentes.

El futuro los posiciona como actores clave en la emergencia de un nuevo mapa político del peronismo: quienes logren consolidar poder territorial, mostrar capacidad de interlocución y ofrecer alternativas creíbles podrán ser los que construyan la mesa nacional para 2027. Mientras tanto, deberán lidiar con la erosión del partido como alternativa atractiva y con la necesidad de renovar su vínculo con la base social que los tuvo como referentes.

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