El Gobierno nacional intenta tomar por las astas a esa bestia indomable que embiste a la Argentina una y otra vez, mientras el FMI observa y grita directivas desde la tribuna. La economía y estabilidad argentina rozan nuevamente sus límites, tras la renuncia del exministro de Economía nacional, Martín Guzmán.
Así, la flamante ministra Silvia Batakis tomó una batería de medidas económicas que tienen como objetivo reducir el déficit fiscal, controlar la fuga de divisas y cumplir con el pago de las deudas en moneda extranjera contraídas por el Estado. En este rumbo, el turismo tiene modificaciones claves.
El plan del Gobierno es incentivar el turismo interno y, con esto, la industria nacional. Quieren argentinos/as viajando por Argentina, al mismo tiempo que se desincentiva el turismo emisivo.
Desalentar los viajes de argentinos/as al exterior fue una decisión del gabinete del presidente Alberto Fernández, que se manifestó a través de medidas como el veto al pago en cuotas en la compra de pasajes aéreos hacia el extranjero; la implementación del impuesto PAIS, que impone un sobrecargo a las compras en el exterior y el fin de los consumos con tarjeta de crédito de bienes y servicios que no sean de industria nacional, incluyendo paquetes turísticos y compras online “puerta a puerta”.
A partir de ahora, tampoco se aceptará el pago en cuotas a las compras en los freeshops, a paquetes turísticos al exterior y al pago de todo tipo de servicios como alquiler de autos o inmuebles, excursiones y otras actividades en el extranjero.
“El derecho a viajar colisiona con la generación de puestos de trabajo”, aseguró Batakis apenas asumió, refiriéndose a la preocupación del Gobierno por la fuga de dólares que se provoca con los viajes al extranjero de las y los argentinos.
Estas declaraciones provocaron fuertes críticas por parte de todos los sectores políticos, ya que el derecho a migrar se trata, cada vez más, de un privilegio de clase. Una clase cada vez más alta.
Hay, por lo pronto, una medida oficial concreta que afectará en especial al sector turístico: la restricción a la financiación en cuotas de compras en free shops. Sin embargo, a pesar de que la incertidumbre inquieta a la industria, sus voceros prefieren no sacar aún conclusiones prematuras.
“No vamos a gastar más de lo que tenemos”, había dicho también la ministra Batakis, subrayando que la prioridad es garantizar un equilibrio fiscal, para lo cual todos los ministerios y empresas del Estado deberán trabajar en mejorar la eficiencia de sus gastos.
Batakis habló de “un sistema de cuentas únicas para que todas las erogaciones en efectivo salgan de una caja central”, con lo que “se espera generar ahorros por $600 mil millones”, con lo que dejó la incógnita sobre si podría haber ajustes en la edición del PreViaje 2022, en próximas ediciones, o en el presupuesto del Instituto Nacional de Promoción Turística (InProTur).
Fuga de divisas por turismo
Según los datos que surgen del Informe de Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario de cada mes, elaborado por el Banco Central (BCRA), en los primeros cinco meses de 2022 se fueron U$S 2.625 millones en concepto de Viajes y otros pagos con tarjeta, desglosados mensualmente de la siguiente manera: U$S 442 millones en enero, U$S 462 en febrero, U$S 561 en marzo, U$S 544 en abril y U$S 616 en mayo.
Para tomar dimensión, durante la cuarentena, a causa de las medidas implementadas por la propagación del coronavirus, el turismo se vio fuertemente acotado en 2021. Por eso, en el mismo período de ese año la cantidad de dinero que gastado en ese rubro fue mucho menor: de U$S 731 millones, aunque para el segundo semestre fue aumentando mes a mes, hasta llegar a cifras más cercanas a las actuales.
Previo a la pandemia de Covid-19, en el año 2021, entre enero y mayo, por gastos en turismo se fueron $3.392 millones. Es decir, los egresos netos turísticos de Argentina se redujeron cerca de un 22,7% respecto al mismo período de hace tres años.
La verdadera fuga
Si bien es irrefutable que el turismo genera una sangría de dólares, se trata de una práctica legal y todo argentino/a tiene derecho a hacerlo. Por esto, en necesario acotar que la verdadera fuga de divisas se produce a través de la millonaria evasión de grandes empresas, que fugan del país de manera ilícita grandes sumas en moneda extranjera.
Es por eso que en el Congreso de la Nación se debate un proyecto de ley que podría cambiar sustancialmente el porvenir de la Argentina, con el que se busca crear un “Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional” con el dinero recuperado de quienes fugan dólares al exterior a través de la evasión de impuestos.
Según la senadora del Frente de Todos, Juliana Di Tullio, tras la implementación de este proyecto, podrían recaudarse 70 mil millones de dólares, lo cual superaría la deuda de 45 mil millones que la Argentina mantiene con el Fondo Monetario Internacional. “Yo me animaría a decir que podríamos recaudar mucho más, unos 200 mil millones si es bien implementada la ley”, aventuró Naum Kliksberg, psicólogo y sociólogo (UBA) con formación en economía política y asesor de varios países y de proyectos de las Naciones Unidas, en diálogo con Noticias Urbanas.
Este proyecto irá acompañado por otra iniciativa “instrumental” de ley, la N° 21.526 de Entidades Financieras para actualizar y modificar las excepciones en materia de secreto bancario, bursátil y fiscal.
“Con la ley que se debate en el Congreso se define si se va a proteger a los evasores impositivos o al pueblo trabajador. Si no se aplica esta ley con las mejoras que corresponde, el Gobierno va a tener que sacar de algún lado la plata para pagar la deuda y va a salir del pueblo trabajador. Y no estamos hablando de un año de ajuste, porque es tanto el dinero que hay que devolver que ya sería para siempre”, vaticinó el entrevistado, quien especificó que para esto se deberán poner el jaque los intereses de grandes acreedores que mantienen, en el mientras tanto, el aval de autoridades bancarias y ejecutivas.
Es, por lo pronto, más sencillo limitar el turismo emisivo a través de medidas que no impedirán el viaje de los más pudientes, sino a la clase media trabajadora, a la que le cuesta tanto ahorrar para cumplir el sueño de viajar por placer, trabajo o interés personal. Hasta el momento, este proyecto tiene media sanción en el Senado y obtuvo dictamen en la Cámara de Diputados para ser tratado.
Oda al turismo interno
Durante toda la cuarentena, el ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, aseguró que una de las formas más importantes para reactivar el comercio interno y federalizar ingresos económicos sería a través del turismo interno y receptivo. Pero, para que éstos crezcan, no sólo se llevan a cabo medidas como el programa Previaje y la promoción de Argentina al mundo a través del InProTur, sino que se lo hace también a través de poner trabas al turismo emisivo, para que el dinero de los y las argentinas queden dentro de las fronteras y promuevan así la generación de trabajo genuino.
De esta premisa es que nace la frase de la ministra Batakis sobre que el derecho a viajar (al exterior) colisiona con el derecho al trabajo.
La reactivación es rotunda. De hecho, en estas próximas vacaciones de invierno se calcula que se van a movilizar por todo el país alrededor de cinco millones de viajeros locales. También se espera la llegada de al menos un millón de turistas extranjeros, que visitarán los diferentes destinos de nuestro país, en especial, los de nieve. Entretanto, durante el invierno, unos 350 mil argentinos viajarán con el beneficio del PreViaje 2, que llevó adelante el Ministerio de Turismo y Deportes durante 2021.
“Tenemos grandes expectativas para las vacaciones de invierno. Los primeros sondeos realizados por el Observatorio Turístico dan una ocupación que rondará el 90% en los destinos tradicionales de invierno y creemos que sorprenderá, además, el movimiento turístico en destinos no tradicionales para la temporada invernal. También se está reactivando el turismo receptivo y eso es una gran noticia para nuestro país”, dijo Gustavo Hani, presidente de la Cámara Argentina de Turismo.
Por su parte, el ministro Matías Lammens, afirmó que “se diseñó un ambicioso plan de cara al invierno, con estrategias de promoción de nuestros maravillosos destinos y la recuperación de la conectividad liderada por Aerolíneas Argentinas”.
A continuación, el ministro expresó que “por lo que nos informan desde los distintos destinos, tenemos la convicción de que vamos a vivir una temporada récord, con un intenso movimiento turístico interno y con la llegada de más de un millón de turistas del extranjero. La reactivación del turismo receptivo está en marcha, encabezada por visitantes de Brasil, Uruguay y los Estados Unidos. Esta temporada de invierno va a confirmar, no sólo la recuperación, sino el firme crecimiento del sector turístico después de un verano, una Semana Santa y varios fines de semana largos, absolutamente récord”, completó.