Las claves porteñas en la elección de octubre

Las claves porteñas en la elección de octubre

Opinión.


La elección nacional de octubre en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tendrá varios condimentos extra que la diferenciarán de la realizada en mayo. Primero, porque aquella dejó consecuencias importantes que es muy difícil evaluar por el momento, pero se puede ir buceando escenarios y además, más allá de la obviedad, están en juegos cosas distintas. O no tanto. Todo se mezcla. Veamos.

La centralidad del tema es analizar cómo hace el Pro de Jorge Macri para no repetir la raquítica elección anterior, qué margen tiene en su relación con La Libertad Avanza, qué capacidad de reagrupar algo parecido a lo que fue Juntos por el Cambio, el rol de Horacio Rodríguez Larreta en este lío, y cómo defenderá el Jefe de Gobierno su futuro político. ¿Seguirá atado a su primo Mauricio?

Mientras tanto suceden cosas y generan distintas hipótesis.

Pareciera estar descartada la unión de los oficialismos, el nacional y el local, por varias razones. La principal es la desconfianza entre los espacios y algo difícil de digerir y descifrar en la Rosada y en Uspallata, es qué pasa si Patricia es la candidata de todos y supera cómodamente el 50%. Ni Jorge ni Karina Milei estarían muy contentos con ese huracán de votos, que se presenta como descontrolado de ellos. El tema es el 2027, el premio mayor y un resultado categórico en octubre la empinaría a Patricia al sitial apuntado. Sin barreras de ningún tipo.

Patricia Bullrich va a sacar más votos que Manuel Adorni, sin ningún lugar a dudas. Puede sacar muchos más o sólo un puñado. Depende de dos situaciones, donde una la controla la política y la otra no.

La primera es que sea muy prolijo y exitoso en octubre el reencuentro de Juntos por el Cambio, versión II. Eso haría crecer el caudal de votos de mayo, pero le costaría “pureza” en la propuesta y sillones en el Ejecutivo después de octubre. No porque no los tengan ahora, pero no habitan el primer anillo, sino de subsecretarías para abajo.

El segundo escenario no depende de los armados, sino de la decisión de la gente, del espacio de centroderecha porteño, que puede apostar a la diversidad arriba descripta o desatar un vendaval violeta, que arrastre a todos los demás a la claudicación política, empoderando en la Ciudad a una candidata, con autonomía por fuera del triángulo. Un dilema también para Jorge, Mauricio ya se decidió, jugaría con la Pato y llama desde cualquier lugar del mundo a promover eso, dando órdenes. Igual su plan es FIFA y negocios. Casi que la Ciudad le importa un rábano, salvo que le toquen algunas cajas que supo construir como buen ingeniero.

Pero estas dos fuerzas no andan solas por la vida. A su alrededor existen dos espacios que juntos rondarían un 30% que son el peronismo y su frente Es ahora Buenos Aires y la izquierda del FIT y otras pequeñas. La candidatura de Mariano Recalde a senador parecería que no será tan rendidora como la de Leandro Santoro, por distintas razones. La principal es que no será un armado puro del jefe distrital, Juan Manuel Olmos, y la campaña tampoco tendrá ese perfil más atractivo que le permitió perforar en mayo comunas nunca ganadas antes. Para empezar Recalde deberá remar con “Cristina Libre” tal como le solicita Máximo Kirchner a quién se lo cruce. Algo que comparten en general en el peronismo, pero con distinta intensidad en una campaña, como se ve en la Provincia de Buenos Aires.

Otro tema en este barco es la presunta decisión de Ofelia Fernandez de ir por afuera en espejo con lo que realice Juan Grabois en Provincia. Esto podría desmoronar aún más la chance del peronismo ya que Ofelia es una buena candidata en este reducto progresista. Por el lado oficial Matías Lammens tendría un lugar casi asegurado en diputados y Victoria Montenegro de la mano de Axel Kiciloff corre con buenas posibilidades. Veremos.

En el cierre volvemos a ocuparnos del oficialismo local y anexos para referirnos a dos personas. La más incómoda en este cierre es María Eugenia Vidal ya que sus certezas, aspiraciones y convicciones viven en una ventana abierta, y el cierre no depende de ella. Es la única figura icónica que le queda al viejo esquema Pro y no es poco. Nadie puede estimar con precisión si eso sirve o no. El error es parecido al suicidio aquí.

El otro gran jugador del cierre es Daniel Angelici, un todo terreno que suma cada vez más influencia en las decisiones. Su muñeca y capacidad, sólo comparable a la de Olmos, genera gobernabilidad, amores, odios y propuestas varias, en las que el futuro de muchos y muchas está en juego. Será parte central del triunfo si todo sale bien o ni se lo verá si sale mal. Es el Tano.

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