La UCR tensiona Somos Buenos Aires: exige encabezar cinco secciones

La UCR tensiona Somos Buenos Aires: exige encabezar cinco secciones

El sector que responde a Maximiliano Abad denuncia que la coalición está plagada de peronismo.


La formación de la alianza Somos Buenos Aires marcó un quiebre en la UCR de la provincia. Aunque Miguel Fernández y Pablo Domenichini, quienes lideran actualmente el partido centenario, pactaron la creación de una coalición de centro, el grupo alineado con Maximiliano Abad optó por no participar.

“Se planteaba como un espacio fundamentalmente radical, pero terminó convirtiéndose en un frente peronista”, afirman. Para hacer frente a la “chicana política”, como la califican los radicales que apoyan la coalición, insisten en que están llevando a cabo intensas negociaciones para liderar al menos en cinco distritos electorales.

A 48 horas del cierre de listas, la UCR tendría garantizado encabezar la Octava Sección Electoral, que comprende a la ciudad de La Plata. En el partido centenario también descuentan que la Cuarta Sección será para ellos, luego de una intensa pelea entre Miguel Fernández y Emilio Monzó. El diputado de Encuentro Federal se retiró de las negociaciones con fuertes acusaciones hacia el ex intendente de Trenque Lauquen, aunque algunos aseguran que todavía presiona para que su aliado Marcelo Daletto lidere la nómina.

En el círculo de Monzó se afirma que tras la discusión con Fernández, optó por tomarse unas vacaciones invernales con su hija, y que en ningún momento tuvo la intención de postularse en las elecciones del 7 de septiembre. En cualquier caso, intentó “agrupar apoyos” para formar una alianza que se mantenga alejada de los extremos, según comentan.

Desde ese momento, ha dejado claro que no “se involucrará” en la contienda electoral, y que serán sus representantes en la provincia quienes asumirán ese rol. Su meta principal será liderar la lista de centro en octubre.

Otra contienda clave se desarrolla en la Tercera Sección Electoral, que agrupa a más de 4 millones de votantes, aunque ha sido superada en el ranking por la Primera Sección. La UCR busca que Domenichini, figura de Evolución en Esteban Echeverría, encabece la lista en la zona sur del conurbano bonaerense. Sin embargo, el nombre del intendente Fernando Gray aún resuena, quien mantiene en secreto sus decisiones futuras. “No lo vamos a esperar hasta el último momento”, advierten los boinas blancas.

En las pretensiones radicales también aparece la posibilidad de liderar la Quinta con el intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi; y la Séptima Sección con Bruno Echegaray, presidente del Comité de la UCR en Tapalqué. Al peronismo le dejarían la vía libre para encabezar la Primera Sección, la Sexta para la Coalición Cívica y para la Segunda se abre una posibilidad de sumar a los hermanos Passaglia, quienes recientemente sumaron al intendente de Pergamino, Javier Martínez, tras romper con el Pro y La Libertad Avanza (LLA).

El escenario contradice las metas del peronismo. Tal como se informó anteriormente, los oponentes al kirchnerismo han revelado que Julio Zamora (Tigre) será quien dirija el proceso en la Primera Sección, al igual que el monzoísmo en la Tercera y Guillermo Britos (Chivilcoy) en la Cuarta. Todos los sectores están de acuerdo en que las tensiones aumentarán hasta el sábado, cuando se cierre el plazo para la presentación de candidatos. “Hay muchos ya molestos”, afirman.

Los radicales que no participan en las negociaciones de Somos Buenos Aires son aquellos vinculados a Abad. Se han negado a firmar el acuerdo con el peronismo, la Coalición Cívica y el GEN, entre otros. Según han manifestado, su razón es que el proyecto de coalición “nació con la intención de que el radicalismo tuviera protagonismo y terminó convirtiéndose en un frente peronista”. Incluso afirman que la Junta Electoral del espacio, encargada de validar el proceso de formación de listas de candidatos, está compuesta principalmente por dirigentes ajenos al partido centenario.

Sin embargo, no solo critican a sus aliados. También enfatizan que el frente contra los extremos carece de competitividad. “No lograrán superar los pisos (porcentajes de votos) en la mayoría de las secciones”, advierten, pronosticando un panorama desastroso con la posible pérdida de concejales en el conurbano y asientos en la Legislatura. Un dato importante, que también mencionan como un factor negativo, es que esta elección provincial, a diferencia de la que se celebrará en octubre, no cuenta con publicidad oficial del Estado. “No hay fondos y tampoco tienen buenos voceros para abordar los medios”, comentan.

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