Después de una elección interna marcada por conflictos legales, donde Miguel Fernández, exintendente de Trenque Lauquen, fue elegido presidente pero enfrentó objeciones en los tribunales, se logró un acuerdo fuera del litigio. Este miércoles a las 16 en La Plata, la UCR de Buenos Aires comenzará a debatir su postura ante los próximos comicios provinciales.
El debate se llevará a cabo a través de dos entidades: un Comité de Contingencia, que estará liderado por Fernández, y una Convención de contingencia. Ambos grupos contarán con diez miembros, distribuidos entre Unidad Radical, el bloque del senador nacional y ex presidente Maximiliano Abad, y otros cinco para Futuro Radical, del también senador nacional y presidente de la UCR Nacional, Martín Lousteau.
Todos los actores coinciden en que el desdoblamiento electoral del 7 de septiembre potenciará el trabajo en el territorio. Este hito tiene etapas previas: el 9 de julio se deben registrar las alianzas, y el 19 de ese mes es el cierre de listas. Sin embargo, por diversos factores, el territorio adquiere mayor relevancia: se votará con una boleta de papel -lista sábana partidaria-, que contendrá únicamente dos secciones, y el primer tramo variará según las ocho secciones electorales en las que se divide la Provincia.
En algunas secciones se llevará a cabo la renovación de los 23 senadores provinciales, mientras que en otras se elegirán a los 46 diputados provinciales. Además, el segundo cuerpo de la boleta incluirá a los candidatos a concejales y consejeros escolares, donde se renovarán un total de 1097 bancas y 401 consejeros escolares. A esto se suma la escasa participación en las cinco elecciones locales celebradas este año.
Por lo tanto, el intendente que logre movilizar eficazmente el aparato el día de la votación y en las semanas anteriores, además de posicionar a su candidato local -el primer concejal-, generará un impacto desde la base, ya que será complicado que el candidato de la sección electoral sea conocido en todos los municipios.
El escenario corre para todas las fuerzas electorales, pero en este panorama, los radicales tienen una carta fuerte para negociar: 27 intendencias de las 135 de Buenos Aires. Débiles en la Primera Sección y en la Tercera Sección (que abarca a los municipios del conurbano), se hacen fuertes en el interior bonaerense.
Gobiernan Rojas en la Segunda Sección; Magdalena en la Tercera; Lincoln, General Viamonte, Florentino Ameghino, Trenque Lauquen y General Arenales, en la Cuarta.
En la Quinta Sección, tienen 12 de los 27 municipios: Ayacucho, Balcarce, General Belgrano, General Lavalle, Lezama, Lobería, General Madariaga, Maipú, Monte, Rauch, San Cayetano y Tandil.
A su vez, administran Adolfo Gonzales Chaves, General Dorrego, General La Madrid, Pellegrini, Tres Lomas y Adolfo Alsina en la Sexta; y General Alvear y Saladillo, en la Séptima.
Tanto el sector que responde a Abad, como los que están del lado Martín Lousteau y Facundo Manes parecen alejados de La Libertad Avanza, aunque hay algunos coquetean con los libertarios.
En el Foro de Intendentes radicales de la semana pasada predominó la idea de ser una alternativa sin alianzas con La Libertad Avanza (LLA) y menos con el kirchnerismo. “La postura de la mayoría fue de que no hay acuerdo con LLA”, adelantó un intendente.
A diferencia de sus ex aliados del Pro en Juntos por el Cambio y antes Cambiemos, que están cerca de calzarse el traje violeta, en la UCR empezarán las discusiones electorales. “Vamos a estudiar el panorama, las diferentes posturas, buscar el diálogo”, aseguró un convencional bonaerense a este diario.
En el marco de esa charla, no se descarta la posibilidad de alcanzar acuerdos por sectores, en vez de pactos a nivel provincial. En varios municipios, mantienen una excelente relación con el Pro, con quienes han formado listas en conjunto durante la última década. Es importante señalar que no todos los integrantes del Pro en Buenos Aires están a favor de unirse a La Libertad Avanza (LLA); incluso, algún intendente lo menciona en privado.