La Confederación General del Trabajo (CGT) se endureció este fin de semana tras las declaraciones de Octavio Argüello, cosecretario general recientemente ratificado, quien advirtió que el sindicalismo dará la batalla “en todos los frentes” contra la reforma laboral impulsada por el Gobierno de Javier Milei,.
Argüello, dirigente de Camioneros, sostuvo en declaraciones radiales difundidas este domingo que la central obrera enfrenta “un momento decisivo” ante “un gobierno cipayo que busca flexibilizar derechos”.
“Nos vino una tarea muy difícil, pero sabemos que con los trabajadores no se jode”, dijo Argüello en su primer discurso como cosecretario general. Jerónimo, por su parte, marcó el tono: “No vamos a retroceder un solo paso en las conquistas que tiene el movimiento obrero argentino”.
La renovación, sostuvo Argüello en Radio Rivadavia, no es solo generacional. “Ya no están Daer ni Acuña. Hay caras nuevas y jóvenes participando, pero esto no se trata solo de edad, sino de ideas y capacidad para afrontar momentos difíciles”.
Argüello describió al Gobierno de Javier Milei como “un desastre” que, afirmó, “ataca al movimiento obrero, a la salud, a las personas con discapacidad y a los jubilados”. Su principal alarma está puesta en la reforma laboral que impulsa el oficialismo. “No es modernización: es flexibilización. Buscan extender jornadas, eliminar horas extras y avanzar hacia trabajadores sin derechos”, señaló.
El dirigente atribuyó el impulso reformista no solo al Ejecutivo, sino a “la Embajada de Estados Unidos y el Fondo Monetario”, a los que acusó de promover un modelo con “trabajadores totalmente indefensos” para atraer inversiones de baja calidad. “Si vienen inversiones para generar bienestar, bienvenido. Pero si vienen para convertirnos en un país de cuarta, no tiene sentido”.
También rechazó el argumento de que las indemnizaciones ahogan a las pymes. “Lo que mata a las pequeñas y medianas empresas son los impuestos, no los derechos laborales. Un trabajador con diez años de antigüedad no quiebra a nadie”.
Aunque la CGT mantiene formalmente su disposición al diálogo, Argüello aseguró que el Gobierno “no escucha” y adelantó que la central “va a dar la pelea en el Congreso, en la Justicia y, si hace falta, también en la calle”. El dirigente insistió en que la unidad sindical es indispensable: “Si estamos divididos, nos pasan por encima”.
Al mismo tiempo, la central vuelve a meterse de lleno en la discusión económica. Según Argüello: “Argentina no crece y eso hay que mejorarlo. Siempre presentamos proyectos de producción y empleo”. Y recuerda que la última recuperación sostenida del trabajo se dio en tiempos de Néstor Kirchner, un dato que refuerza su diagnóstico sobre la falta de políticas de largo plazo.




