La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró de Interés Jurídico al Consejo Consultivo y Participativo de Adolescentes (CCPA), un programa impulsado por el Ministerio Público Tutelar (MPT) de la CABA que busca garantizar la voz de chicas y chicos dentro del Poder Judicial. La iniciativa, única en su tipo, reúne a jóvenes de entre 14 y 17 años para debatir, proponer y participar activamente en políticas vinculadas a la protección integral de sus derechos.
El Consejo, creado en 2022, funciona a través de encuentros anuales en los que se abordan temas como acceso a la justicia, salud mental, ciberacoso, medio ambiente y prevención de violencias. Desde entonces, más de 80 adolescentes participaron en la elaboración de campañas de sensibilización, recomendaciones y propuestas difundidas en redes y programas del MPT.
Funciona entre abril y noviembre, con diez encuentros de dos horas y media, desarrollados tanto en la sede del MPT como en espacios culturales de la Ciudad, como la Facultad de Derecho, el Ecoparque, el Museo de los Niños y la propia Legislatura. Allí, especialistas y funcionarios capacitan a los participantes en temáticas vinculadas a derechos humanos, voto joven, derecho ambiental y prevención de violencias.
La iniciativa fue presentada por la legisladora María Inés Parry, quien impulsó el proyecto en la Legislatura. En su intervención, subrayó: “El artículo 39 de la Constitución de la Ciudad garantiza el derecho a ser escuchados. Este Consejo cumple con esa premisa al permitir que los adolescentes se expresen libremente e incidan en políticas públicas”.
Durante el acto de distinción, la Asesora General Tutelar de la CABA, Dra. Carolina Stanley, destacó: “La participación de más de 80 adolescentes resultó clave para que nuestras acciones representen sus voces y experiencias. Este Consejo nos permite avanzar hacia una justicia más cercana, inclusiva y accesible”.
“No somos solo el futuro, también somos el presente”
Uno de los jóvenes consejeros, Benicio Bursztyn, representante del CCPA 2024, compartió su experiencia: “En general, la justicia es algo que vemos como lejano. Este espacio nos acerca a los organismos públicos y nos da herramientas para alzar nuestras voces. Porque no somos solamente el futuro, también somos el presente”.
Definió la experiencia como “un espacio donde adolescentes son escuchados y tomados en cuenta, al mismo tiempo que son capacitados en diferentes áreas, relacionadas con el acceso a la justicia, la salud mental y la identidad”. Según explicó, el programa les brindó “muchas herramientas y conocimientos” y permitió que jóvenes de las 15 comunas de la ciudad se reunieran para debatir y aprender sobre sus derechos.
El interés fue tal que, a pesar de que muchos cursaban el último año de secundaria, “todos los encuentros contaron con una cantidad alta de asistencias”. La edición siguiente amplió el número de integrantes para sumar “un grupo más diverso y con más voces”. Entre las temáticas abordadas, Benicio destacó la de Ciudadanía Digital: “Fue muy importante aprender las consecuencias de nuestras acciones en el entorno digital”.
En la etapa final, los consejeros participaron en planes de acción del Ministerio Público Tutelar, trabajando en escuelas primarias sobre violencia entre pares. También colaboraron con el proyecto Inspire, que busca erradicar la violencia contra niños, niñas y adolescentes. “Que se nos permita este tipo de participación es una forma de acercarnos a los organismos públicos y alzar nuestras voces”, afirmó.
Para Benicio, la experiencia dejó una enseñanza clara: “Nos llevamos herramientas que aplicamos en otros espacios de participación y compartimos cuando es necesario. No somos solamente el futuro, también somos el presente”.
