En una carta fechada el 5 de junio de 2025, firmada por Marcelo Daniel Colombo, arzobispo de Mendoza y presidente del organismo, y por Raúl Pizarro, obispo auxiliar de San Isidro y secretario general, los sacerdotes expresaron su adhesión al reclamo y manifestaron preocupación por la situación de la pediatría en el país.
“Queremos acercarles nuestra adhesión al pedido que hacen en relación con sus salarios y la situación general de la pediatría en el país”, afirmaron los representantes de la Iglesia Católica en el documento dirigido “al personal médico y de apoyo del Hospital Garrahan”. La misiva, redactada en tono fraterno, hace referencia directa al Evangelio de Mateo: “Jesús dice claramente en el evangelio que no quedará sin recompensa el que atienda a alguno de los pequeños (Mt 10,42)”.
En ese marco, señalaron que la labor cotidiana de los profesionales de la salud que trabajan con niños y niñas que sufren es de especial valor para quienes se identifican con el cristianismo.
La carta plantea interrogantes sobre el rol del Estado y la sociedad en la actual coyuntura. “¿Qué nos ha pasado como sociedad que nos hemos vuelto insensibles al dolor de los más vulnerables: los niños y las personas con discapacidad?”, interpelaron los obispos. Además, cuestionaron la falta de reconocimiento a quienes cuidan de la vida: “¿Qué tipo de sociedad y de gobierno son capaces de no valorar adecuadamente la misión de los médicos?”.
Por último, los representantes de la Conferencia Episcopal ofrecieron su mediación: “Nos ponemos a disposición para extender, a través de nuestra voz, un pedido tan justo como impostergable”. El mensaje concluye con un pedido de protección a la Virgen de Luján para los trabajadores de la salud y sus pacientes.
El respaldo de la Iglesia se conoció en un momento clave del conflicto. El miércoles los médicos residentes del Hospital Garrahan anunciaron la finalización del paro que mantenían desde hacía varios días.
En un comunicado emitido por la Asamblea de Residentes, explicaron: “Nos vimos obligados a cesar la medida de paro laboral indefinido, con la reincorporación inmediata a nuestros puestos de trabajo”. La decisión se produjo tras recibir, según denunciaron, advertencias verbales sobre posibles sanciones laborales, incluyendo la pérdida de sus puestos.
El documento interno que los residentes distribuyeron aclaró que la suspensión de la medida no significaba la renuncia al reclamo: “Esta reincorporación no implica la renuncia al reconocimiento de la legitimidad de nuestro reclamo apartidario. Esta acción reafirma nuestro compromiso con nuestra labor y con la continuidad de la Residencia Médica del Hospital Garrahan”.
A pesar de haber vuelto a sus puestos, los médicos comunicaron que sus condiciones permanecen sin cambios: “Nuestro recibo de sueldo sigue siendo el mismo”, expresaron. Y reiteraron su solicitud: “Pedimos un salario justo que nos permita vivir y trabajar dignamente por y para los niños, niñas y adolescentes”.
Desde el hospital, se difundió un comunicado que informaba que “las actividades comenzaron a normalizarse” y se anunció una mejora en los ingresos de los residentes, financiada con recursos propios. “En el marco de un proceso de reestructuración, orientado hacia el orden, la eficiencia y el reconocimiento del mérito, el Hospital ha dispuesto una mejora en los ingresos por beca que reciben los profesionales en formación”, afirmó el Consejo de Administración.