Un informe elaborado por la consultora Ad Hoc reveló estadísticas sobre el incremento de la violencia política en el ámbito digital argentino entre enero de 2023 y junio de 2025, señalando que los insultos en las redes sociales crecieron un 90 % durante el período estudiado. La investigación concluyó que la agresividad y las provocaciones se han intensificado en toda la interacción digital, afectando a todas las identidades políticas y figuras influyentes.
Según Ad Hoc, especializada en la gestión integral de la comunicación, el desafío principal radica en entender no solo cómo se perpetúa la confrontación, sino también en cómo se puede transformar ese ciclo para enriquecer el debate público.
El estudio se centró en el análisis de la conversación digital en Argentina, dirigiendo su atención hacia los usuarios con mayor capacidad de influir en las redes sociales. Este segmento abarcó a trolls, cuentas de figuras consideradas provocadoras y usuarios que amplifican contenido. Según los expertos, el aumento del lenguaje ofensivo se evidencia en la frecuencia de insultos y en el nivel de agresividad con el que se discuten asuntos públicos, incluso desde voces institucionales. El análisis destacó como un hito la proliferación del discurso violento, indicando que en un periodo de dos años se duplicó el uso de improperios en las plataformas digitales.
Dentro de los hallazgos, el informe subrayó que el presidente Javier Milei se destaca como el usuario no troll que más publicaciones ofensivas ha realizado. En el periodo analizado, desde enero de 2023 hasta junio de 2025, Milei emitió y compartió 1.589 insultos, de acuerdo con Ad Hoc. Esta cifra lo convirtió en el político visible que más utilizó la agresión verbal digital durante ese tiempo.
El informe puntualizó que esta conducta no es exclusiva del oficialismo ni de la comunidad libertaria, sino que todas las agrupaciones políticas han registrado incidentes similares. “Los insultos no son un monopolio de los libertarios: todos los sectores políticos tienen provocadores que insultan o propagan insultos y agresiones”, afirma la consultora.
El estudio de Ad Hoc destacó que la violencia digital no se limita a grupos organizados o cuentas anónimas, sino que también incluye a empresarios de renombre. En este contexto, el análisis se centró en el comportamiento de Marcos Galperin, fundador y CEO de Mercado Libre, cuyo impacto en el entorno digital argentino es notable. El informe señala que Galperin ha asumido un papel como amplificador de mensajes, convirtiéndose en una figura relevante entre aquellos sectores que, en lugar de mitigar la situación, contribuyen a intensificar la confrontación.
¿Cómo se propaga la violencia en las redes?
El troll: Activa el encuadre y la estética del insulto.
El provocador: Replica, legitima con su “valor social”.
El amplificador: Masifica. Viraliza.¿Por qué funciona? Porque hay un contexto adecuado: Ya no hay criterios de verdad. pic.twitter.com/hbztKkvioH
— Ad Hoc (@AdHocOK) July 23, 2025
La investigación de Ad Hoc también abordó el dilema que enfrentan los medios de comunicación y los periodistas en este escenario, donde se difumina la línea entre informar sobre agresiones y validar esos ataques a través de la proliferación de agravios. Se observó que la cobertura mediática de ataques y discursos hostiles tiende a aumentar la visibilidad de estos mensajes, lo que facilita su transformación en tendencias. La consultora enfatizó la responsabilidad de quienes comparten información para evitar contribuir inadvertidamente a la propagación de la violencia digital.
En el apartado sobre las reacciones de figuras públicas, el informe destacó los ejemplos de Luis Novaresio, Julia Mengolini y María O’Donnell. Los tres enfrentaron ataques procedentes de comunidades libertarias en redes sociales y, según la investigación, su forma de responder a estas agresiones provocó un aumento en la difusión de los mensajes ofensivos. “Cuando la defensa ante el insulto también amplifica”, advirtió Ad Hoc, describiendo el ciclo que se retroalimenta a partir de las reacciones a las provocaciones.
El informe identificó diferentes formas de interacción digital: desde quienes inician los insultos y agresiones, pasando por aquellos que los replican o comparten, hasta quienes, al intentar defenderse, terminan amplificándolos aún más. Este proceso de retroalimentación representa, para la consultora, uno de los principales impulsores del aumento de la violencia en línea. La firma enfatizó que las plataformas digitales, debido a sus algoritmos y funcionamiento, contribuyen a acentuar los extremos, favoreciendo contenido polémico o agresivo que genera tanto adhesiones como rechazos masivos.
Respecto a posibles soluciones para esta dinámica, Ad Hoc subrayó la necesidad urgente de un debate público centrado en corregir los incentivos que propician el aumento de la hostilidad. “Detener la inercia y luchar contra la corriente puede ser una nueva y compleja forma de hacer política. Cuando los ciclos cambien, habrá su recompensa”, concluyen.