La Ciudad, la clave para el FAP

La Ciudad, la clave para el FAP

Por Horacio Ríos

El heterogéneo espacio que conforma el Frente Amplio Progresista planea disputarle el poder al liderado por Mauricio Macri. La comparación con la experiencia del ibarrismo.


El Frente Amplio Progresista (FAP) se propone, en las elecciones parlamentarias que se realizarán este año, consolidar su base electoral para enfrentar 2015 con alguna perspectiva de triunfo.

El distrito porteño, para ellos, será clave en 2013, porque el heterogéneo frente que conforma el FAP se plantea disputarle el poder al Pro, una perspectiva que ven como posible, aunque no fácil.

Partiendo de la buena performance que desarrolló Pino Solanas en 2009, que llegó a asustar al propio Mauricio Macri, en el FAP consideran que ha llegado el momento para que un frente progresista vuelva a gobernar la Ciudad, tal como lo hizo Aníbal Ibarra, líder del Frepaso, entre 2000 y 2006.

En las oficinas centrales del Frente se plantean la necesidad de alcanzar los cinco millones y medio de votos –dos millones más que en 2011– para surgir como una fuerza capaz de disputar la herencia del kirchnerismo al mismísimo Frente para la Victoria.

En la Ciudad se elegirán 30 legisladores distritales, 13 diputados nacionales y tres senadores nacionales. Las elecciones serán casi seguramente desdobladas por el Jefe de Gobierno porteño, por lo que la propuesta local irá separada de la propuesta nacional.

Aquí es donde se dan las disputas, los tironeos y las internas. Hay al menos tres aspirantes para encabezar la lista de diputados nacionales: Claudio Lozano (Unidad Popular); Roy Cortina (Partido Socialista) y Humberto Tumini (Libres del Sur).

En los mentideros políticos del FAP es conocida la animadversión de Lozano hacia Tumini, que lo llevó a abortar varias veces el ascenso del antiguo dirigente del PRT en las listas legislativas. En 2011, Tumini fue cuarto en la lista de diputados y, como solo entraron tres, quedó afuera del Congreso.

Dicen los que lo conocen, que su ingreso en el edificio de Entre Ríos y Rivadavia es su obsesión, ya que, como aseguró alguna vez en la intimidad: “La tuve que proponer a Victoria Donda porque a mí no me querían en las listas del kirchnerismo y por eso me fui del oficialismo nacional. Si ahora tampoco me quieren, me voy a ir del FAP también”.

Pero la cuestión que divide las aguas entre los socios de la socialdemocracia es la política de alianzas. El casi seguro candidato a presidente en 2015 –que podría encabezar la lista de diputados por Santa Fe en octubre–, Hermes Binner, incorporó a la ex-ARI María Eugenia Estenssoro y pretende ensanchar las bases de la coalición trayendo también a los radicales, una propuesta que contará siempre con una fuerte oposición por parte del partido Unidad Popular, de Libres del Sur y hasta de Proyecto Sur, el Partido Socialista Auténtico y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, que hoy forman parte del Movimiento Proyecto Sur, pero que funcionan en espejo con el FAP.

Una legisladora plantea, incluso, que “quieren recrear la Unión Democrática, juntando a todos por derecha y por izquierda y convertir esto en una alianza de gorilas. Mirándolo a Binner, cada vez me hace acordar más a De La Rúa”.

La rebelde planteó a Noticias Urbanas que “en la Provincia, Margarita Stolbizer tampoco quiere alianzas con los radicales, lo mismo que en la Capital nadie los quiere dentro del FAP. Incluso, en el acto que organizó Proyecto Sur en el teatro Metropolitan el 30 de noviembre, hubo una gran silbatina cuando Pino planteó una alianza con los radicales. El más silbado de los presentes fue Roy Cortina”.

Por otra parte, Solanas lanzó su candidatura a senador en septiembre y desde entonces ratificó en varias ocasiones que esta “no es negociable, soy el referente de una fuerza, encabezo una opción y, al igual que el año último, le decimos al resto de las fuerzas que se sumen para construir un frente”.

A pesar de que la política de hechos consumados ha sido la causa de múltiples rupturas en las alianzas electorales del pasado, no todos en el FAP están en desacuerdo con el lanzamiento del cineasta. Incluso, en el acto del Metropolitan estuvo presente Claudio Lozano.

Hay dirigentes del FAP que piden hablar fuera de micrófonos, que prefieren a Pino al frente de la lista de diputados y a Lozano en la de senadores, aunque también coinciden, ante la falta de acuerdos, que las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias serán “una buena solución” para alinear a los intransigentes.

Por su parte, Lozano opinó que Pino “es alguien que tiene que ser parte del armado político en la Capital; si como diputado o senador, se verá”, aunque destacó que “no tiene que primar una actitud de mezquindad” porque siempre “las candidaturas se resuelven por acuerdo o por voto”.

Pino Solanas, en cambio, fundó sus aspiraciones en los resultados de varias encuestas, que lo ubican “segundo o tercero”, aclarando luego que “después de nosotros, el resto de los candidatos va muy lejos, no solo los del FAP, sino también de otras fuerzas políticas”.

Una fuente del socialismo aseguró, entretanto, que “tanto el FAP como Proyecto Sur se necesitan mutuamente”. Para el dirigente, Solanas aportaría su alto grado de conocimiento en Capital, a la vez que el frente aportaría el hecho de haber sido la segunda fuerza en las últimas elecciones, llegando a sumar 3.700.000 votos en las presidenciales en todo el país y 316 mil su lista de diputados en la Ciudad de Buenos Aires.

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