La medida llegó después de que la propia Karina Milei, secretaria General de la Presidencia y hermana del Presidente, desistiera formalmente de la acción judicial que había solicitado para impedir su divulgación.
La resolución judicial no vino en forma de una pelea pública prolongada, sino en un acto procesal concreto: la funcionaria presentó el desistimiento y con ello quedó sin efecto la cautelar que había ordenado el juez el 1 de septiembre.
Maraniello, en su texto, dejó constancia de ese desistimiento y ordenó “sin más trámite” el levantamiento de la medida cautelar. La escena procesal —sellos, firmas y un expediente que vuelve a la mesa de archivo— cerró una etapa y abrió otra, esta vez sin la barrera legal que impedía reproducir los audios.
🔹Karina Milei pidió que se puedan difundir sus audios
La secretaria general de la Presidencia solicitó que se levante la medida cautelar, asegurando que las grabaciones no afectan a “su intimidad, ni a la Seguridad Nacional”
📌En LN+ pic.twitter.com/LCjg8KHSHI
— La Nación Más (@lanacionmas) September 16, 2025
El timing tuvo su propia tensión dramática: la presentación formal de Milei se hizo a las 8 de la mañana, según sus allegados, apenas una hora y media antes de las 9.30 en que vencía el plazo para sostener la demanda o considerarla desistida.
El abogado Andrés Gil Domínguez había advertido que, de no mediar presentación, debía entenderse el desistimiento; y así lo registró el juez en su resolución: “Tener a la parte actora Karina Milei por desistida de la medida cautelar dictada en autos, por haberse modificado las circunstancias que le dieron motivo”.
Audios de Karina Milei
Presentación judicial contra la censura previa.
❎️ No hay razón de seguridad nacional que permita cancelar su difusión.
🚫 Cualquier acción deberá ser posterior al hecho.@agildominguez @loretidamian pic.twitter.com/CUEGJjKrT8— Fabian Waldman ⭐️⭐️⭐️ (@FabianWaldman) September 12, 2025
En el intercambio público que siguió, Milei descargó su crítica sobre el director de Perfil, Jorge Fontevecchia, y defendió la cautelar como ajustada a derecho, al tiempo que proclamó su fe en la libertad de prensa: “Creo firmemente en la libertad de prensa, pero ese derecho no puede ser confundido con un derecho a desinformar”, escribió, señalando que ciertos medios —dijo— se habían dedicado a atacarla a ella y a su familia con noticias que calificó como falsas. Aun así, argumentó que mantener la cautelar podría entorpecer una investigación que el Gobierno vincula a maniobras de inteligencia ilegal, y por ese motivo optó por desistir.