El exdirector para Argentina del Fondo Monetario Internacional (FMI), Héctor Torres, advirtió que el país no logrará cumplir con una de las principales metas pactadas con el organismo: la acumulación de reservas. “Mire, evidentemente vamos a incumplir con una de las metas, la de las reservas, claramente. Y seguramente vamos a conseguir un waiver, es decir, una dispensa”, explicó. Sin embargo, señaló que esas dispensas “vienen a cambio de un compromiso que llaman ‘medidas correctivas’”.
Torres cuestionó que el Gobierno insista en conseguir reservas solo mediante endeudamiento externo, lo que considera un enfoque desequilibrado. “Tomar créditos es alquilar reservas, es tomar deuda para armar reservas disponibles. El FMI quiere que el gobierno compre reservas, no que las alquile”, expresó. Según el exfuncionario del FMI, el organismo espera una estrategia “más balanceada” que implique también la compra genuina de divisas, producto de un superávit comercial o de cuenta corriente.
Sobre este punto, Torres planteó una distinción clave entre alquilar y comprar reservas. Emitir pesos para adquirir dólares, sostuvo, no necesariamente contradice el compromiso oficial de no emitir. “No creo que sea lo que tenían en la cabeza cuando decían ‘No vamos a emitir’. Pero es mucho mejor tener un pasivo en la moneda propia que en una que no es propia”, afirmó, en referencia al dólar.
Frente a la posibilidad de que la compra de dólares derive en inflación, Torres subrayó que no siempre es necesario absorber los pesos emitidos, como hacía Sturzenegger en su gestión al frente del Banco Central. “Depende del grado de monetización de la economía, depende del grado de demanda de pesos que haya en este momento”, aclaró, aunque reconoció que en contextos de metas de inflación y libre movilidad de capitales, la esterilización era una práctica habitual.
Torres también señaló la dificultad de Argentina para sostener un superávit comercial robusto en un momento del año que suele ser clave por el ingreso de divisas del agro. “Estamos en un escenario de superávit límite”, dijo, y agregó que, en estas condiciones, el Gobierno podría verse obligado a rever su postura respecto a la intervención en el mercado cambiario. “El gobierno ha estado interviniendo fuerte en el mercado de futuros […] para alentar lo que se llama carry trade”, aseguró.
Por último, Héctor Torres advirtió que el trasfondo de muchas decisiones económicas actuales está fuertemente influido por el calendario electoral. “Estoy convencido de que detrás de esa posición tan inflexible de ‘no vamos a comprar dentro de la banda’ está la idea de tener un dólar muy planchado para el mes de octubre”, sostuvo. Según él, mantener esa imagen de estabilidad podría tener impacto en las elecciones, pero también conlleva riesgos para la sostenibilidad del acuerdo con el FMI.