Héctor Costa: “Tenemos que trabajar para que haya previsibilidad”

Héctor Costa: “Tenemos que trabajar para que haya previsibilidad”

El abogado penalista cuestionó a Alberto Fernández –“no fue peronista”- y dejó definiciones picantes. “Ni yanquis, ni marxistas”, espetó.


El abogado penalista que apoya a Cristina cuestionó a Alberto Fernández –“no fue peronista”- y dejó algunas definiciones picantes. “Ni yanquis, ni marxistas”, espetó.

¿Estuvo presente en alguno de los actos del Día de la Lealtad?

Estuve presente en el que se hizo en la Federación de Box, en el que se expresó el apoyo a Cristina, candidata a presidir el Partido Justicialista por la lista Primero La Patria. La presidenta electa del Centro de Estudiantes de la Facultad de Arquitectura habló en nombre del movimiento estudiantil, después estuvo el Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta Horizontal (SUTERH), Víctor Santa María y cerró el senador Mariano Recalde. Se habló de diversos problemas que está atravesando el país y que son de público conocimiento.

¿Percibió que este Día de la Lealtad fue distinto al de otros años?

Siento que fue un año más lindo. El gobierno de Alberto dejó de ser gobierno. El gobierno de Alberto no fue peronista. Alberto le dijo al Director de Perfil que aunque sus compañeros lo iban a matar, él creía más en Bob Dylan que en las Veinte Verdades Peronistas. A ver, yo creo que cuando alguien dice eso, ya está afuera del peronismo. El peronismo es “ni yanquis, ni marxistas”. Hoy se puede interpretar como ni liberales, ni progresistas. Somos tercera posición. Esa fue una de las decisiones erradas que tomó Alberto. Pero lo hizo también con la economía, de la mano de Martín Guzmán. Y cuando las papas quemaban, lo puso a Massa, que fue quien puso el cuerpo a la campaña. Y pudieron salvar lo que quedaba del gobierno a través de Sergio.

Si Alberto fue un error, ¿por qué Cristina Fernández lo eligió?

Eso se decidió entre Cristina y el resto del PJ. Desconozco las internas que había. La esperanza era que Alberto hiciera las cosas bien. El único que había advertido algo fue Guillermo Moreno. Guillermo lo conocía de la época de Néstor y él decía que Alberto no era su jefe de gabinete, que el propio Néstor lo era. Y, de hecho, Néstor manejaba también la economía. Está esa famosa anécdota que dice que él manejaba la economía como un almmacenero. Me entró esto, puedo pagar esto y ahorro esto. Entonces, ahí tenés los superávits gemelos. No hacía el carry trade (bicicleta financiera), como está haciendo ahora Milei. Ahí fue cuando pudimos tener la famosa década ganada. Después, se eligió a Daniel Scioli, que perdió ante Macri. Y después a Alberto y, finalmente, a Massa. Hoy, creo que el escenario político está diseñado para que Cristina pueda ser candidata del PJ. El año que viene vemos.

Usted afirmó en una reciente entrevista que Cristina debe liderar el PJ porque es la única que puede ordenar la tropa. ¿Cómo toma en cuenta lo ocurrido con Alberto?

Todos cometemos errores. Todos somos humanos. Pero, así y todo, yo creo que ella tiene que ser la presidenta del PJ. Y también creo, aunque a algunos compañeros no les guste, que tenemos que llamar a todo el peronismo. El peronismo dividido no gana. Tenemos que juntarnos y acordar el plan que le vamos a presentar a la sociedad. Eso fue lo que nos enseñó el General. Él armó el primer plan quinquenal, el segundo plan quinquenal y el tercero que, a mi entender, nunca se terminó de confeccionar. A lo que voy con esto es que tenemos que tener planes a corto, mediano y largo plazo. Y hay que ser pacientes. Además de qué, tenemos que mostrar nuestros candidatos en cada área. Por ejemplo, si vos me preguntás, a mí me gusta Martín Redrado para economía.

¿Por qué?

En uno de sus últimos libros, Redrado sostiene que tenemos que bajar el déficit fiscal y que, para hacerlo, hay que llevar adelante un ajuste. Pero esperen, tampoco un ajuste ultra ortodoxo como está haciendo el presidente Milei, que provoca que la gente, hablando mal y pronto, no tenga un plato para comer. Y sé que hay mucha gente que está aguantando. ¿Pero saben cómo termina esto? Como terminó el gobierno de Macri: tuvieron que salir a pedirle plata al Fondo Monetario Internacional (FMI), porque se la habían gastado toda.

Volviendo a la interna del PJ, ¿ve a Ricardo Quinterla como una amenaza a la unidad del peronismo?

Creo que esa pregunta ya está respondida. Al presentar su lista, está diciendo que va a competir contra la de Cristina.

¿Y entonces?

Éstas son elecciones del partido. El que gana, conduce y el que pierde, acompaña. Asumimos que si gana Cristina, Quintela nos va a acompañar. Siempre se acompañó. Son los usos y costumbres. ¿Qué va a suceder? Desconozco. No tengo la bola de cristal.

¿Cree que Kicillof es clave para el triunfo de Cristina?

Recién se presentaron las boletas. Esto es día a día. El sondeo que yo pude hacer indica que gana Cristina.

Cuando Milei apenas asumió, usted dijo que había que tener paciencia. ¿Hoy siente lo mismo?

A ver, esto no es un tema del peronismo o no. Perdón si no soy muy poco educado, pero prefiero ser políticamente incorrecto y que se entienda: la gente se está cagando de hambre y, además, la cagan a tiros. No podemos hablar del ajuste sin tener en cuenta que hay personas que no tienen inodoros en sus casas y cagan en un balde. Perdón por mi lenguaje, pero es necesario ser explícito para entender la urgencia de estos temas. Tenemos que solucionar eso y después, pensemos en lo otro. Nosotros tenemos que garantizar los derechos de primera necesidad a la gente. Hay muchos dirigentes que hablan desde la comodidad de sus casas en la ciudad de Buenos Aires sobre cosas que pasan en William Morris o en Tucumán o en Jujuy. Las necesidades de cada localidad son distintas. En mi tiempo, en Estados Unidos, un profesor de economía me enseñó que había cuatro tipos de países: países desarrollados, subdesarrollados, Japón y después, Argentina. Tenemos diez años bien. Una crisis económica. Cuatro años mal. Y así. Y eso es porque no nos ponemos de acuerdo entre todos.

¿Pero se refiere a todos los sectores políticos?

Hace unos años, escribí un artículo que se titulaba “Hacia dónde vamos” (Perfil, 2020). Ahí, decía que hay que hacer una mesa larga donde estén el peronismo, el radicalismo, los liberales, la izquierda, la derecha, en fin, todos los partidos. En esa mesa tenemos que discutir todos los problemas que atraviesa nuestro país e irnos con el compromiso de que haya un plan que se va a sostener a largo plazo, sin importar quién esté gobernando. Es decir, un plan de gobierno como mínimo, de cuatro años, pero que su esencia se mantenga en el tiempo. No me refiero al plan salvaje que están llevando a cabo ahora, de abrir todas las importaciones. Este plan es parecido al que había ideado Arriazu, asesor de Martínez de Hoz. Están haciendo la economía a la chilena en la dictadura de Pinochet. Y esto es irónico, si uno tiene en cuenta que Milei habla mucho de Trump.

¿A qué se refiere?

Lo que propone Trump y también lo que está haciendo ahora el Partido Demócrata no es abrir la aduana, es cerrarla y controlar los productos que entran. ¿Y Milei la quiere abrir? Me parece que no entendió el plan económico norteamericano. Hoy el mundo se está yendo del globalismo y está inclinándose al nacionalismo. Tenemos que proteger nuestra industria, lo poco que nos queda. Hay que hacer un plan de industrialización, pero, como dije antes, ese plan tiene que estar acordado por todas las fuerzas políticas, para que se mantenga en el tiempo. Como hace Brasil. De hecho, el vicepresidente de Lula viene de la tradición ultraliberal. Y la única forma que encontraron de ganarle a Bolsonaro fue uniendo a dos partidos.

Dentro de esta alianza de partidos, ¿entrarían el PRO y La Libertad Avanza (LLA)?

Primero habría que preguntarse si el PRO sigue siendo un partido o si ya está completamente destruido. Y si las encuestas son ciertas, porque la realidad es que no la pegan hace como diez años. Tienen suficiente peso para, uniéndose con partidos pequeños, ganarle al peronismo en algunas instancias. Hay que hacer un análisis muy riguroso. Hoy, Cristina está subiendo en imagen. Y es probable que llegue, en términos presidenciables, a un 25% de apoyo popular. Este tipo de escenarios son los que nos hablan de la necesidad de que el peronismo vaya unido, porque así ganamos caminando.

¿Pero y dónde queda la coalición con el resto de las fuerzas?

Falta para las elecciones. Y también hay que ver qué va a suceder con la Boleta Única. La única forma en que la gente vuelva a confiar en el peronismo es si hacemos las cosas bien. Y, antes que eso, presentar un plan económico que tenga la firma de un escribano. Quiero decir, que tenga un certificado de que se va a cumplir. Yo creo que es posible hacer las cosas como corresponde. Hablan de Kicillof en el 2027. Puede ser que sí. No sabemos qué va a pasar en dos años. Ahora, hay que poner el foco en descifrar cuál es el plan del actual gobierno. Porque nadie puede negar que está bajando la inflación, ¿pero a qué costo? ¿Sacándole la comida de la boca a la gente?

¿Por qué cree que la gente votó a LLA?

Para terminar con los privilegios de la clase política. Y eso es verdad. Hay que decirlo. Se creó una clase social que es la clase social de los políticos. ¿Por qué tienen choferes, secretarios, pasajes, gente que los apantalla cuando tienen calor? Eso no puede existir. ¿Sos diputado? Bueno, tomate el subte. Lo mismo, con el decano de la UBA. Sí, Milei se metió con la educación pública y no estoy de acuerdo. Pero… dale, flaco, ¿para qué tenés chofer? Los políticos van en un auto de lujo, con aire acondicionado por la autopista. Y los trabajadores viajamos todos apretados en el transporte público y por calles rotas. O, en el peor de los casos, caminando, sin saber si te van a matar. Eso no puede existir más.

¿Y los privilegios dentro del sindicalismo?

Eso es algo que tienen que resolver los propios gremios. Yo no tengo por qué meterme. ¿Si creo que hay cosas que tienen que cambiar? Sí, claro. Bueno, se hizo la reforma laboral. Viéndolo como abogado, más que Ley de Contrato de Trabajo tendría que haber un Código Laboral. Y también deberíamos pensar que la Justicia Laboral deje de ser nacional. Jorge Macri no es santo de mi devoción, pero sí estoy de acuerdo con lo que dice de que los juicios laborales se deberían resolver en la Ciudad. No como vidrio. Lo que está bien, está bien. Y lo que hay que cambiar, hay que cambiarlo. La Justicia, hoy, está colapsada. Yo estoy en penal. Y tengo expedientes que están trabados hace literalmente cuatro años.

Por último, ¿cuál es su rol en la campaña de Cristina Fernández?

Yo no tengo ni cargo, ni nada. Soy afiliado nada más. Lo único que quería es que Cristina se presentara. Como dije al principio, todos somos humanos y cometemos errores. Pero yo creo que hoy es la única que puede ordenar las tropas del peronismo y sacarlo adelante.

¿De dónde surge su militancia peronista?

Hoy soy militante peronista, como lo fui desde siempre por mi familia y crianza. Y todos somos peronistas. El peronismo es una filosofía de vida. El peronismo no es un partido, es un movimiento. Y es por eso que existen diferentes formas de pensar dentro del peronismo. El propio Perón nunca fue igual. El Perón del ´45 no es el mismo que el de los los cincuenta, cuando hizo un plan de ajuste porque las cuentas no estaban bien. Lo mismo, con lo de las jubilaciones públicas, que más adelante, Perón admitió que lo mejor era que sean mixtas. Y así tiene que ser. La ideología no debería ser rígida. El peronismo es una sociedad de trabajo, con las puertas abiertas. Pero hago un paréntesis: que vengan a nuestro país, pero a trabajar, a contribuir, no a delinquir. Y con la universidad pública y los hospitales, aquellos extranjeros no residentes tienen que pagar. Estas son cosas en las que todos vamos a estar de acuerdo. Lo mismo, con el tema de proteger nuestras aguas de nuestros amigos chinos. Lo voy a resumir así: tenemos que dejar de ser los boludos de turno. Y tenemos que terminar con esto de que la Argentina es día a día. Tenemos que trabajar para que haya previsibilidad. Y también más seguridad. El que mata, roba o viola, adentro. Con un juicio justo, pero adentro. Lo de los narcos en Rosario… se tiene que acabar la joda y meterlos a todos adentro. Pero para poder hacer todo esto hay que tener voluntad. Voluntad de todos.

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