La interacción entre el Gobierno y las provincias atraviesa una etapa delicada. La semana pasada, los 24 gobernadores tomaron la inusual decisión de unirse y consensuar un proyecto de ley que pretende resolver en el Congreso lo que no se logró mediante el diálogo con la Nación: aumentar el flujo del Aporte del Tesoro Nacional (ATN), compartir el impuesto sobre los combustibles y suprimir los fondos fiduciarios para que estas asignaciones carezcan de la discrecionalidad del Gobierno Nacional.
La comunicación llegó a la Casa Rosada. En oficinas clave, hay consenso en que es crucial alcanzar algún tipo de entendimiento con las provincias para prevenir que los gobernadores se sientan motivados a presentar sus propias iniciativas en el Congreso: esto podría resultar en la formación de una mayoría en ambas cámaras que superaría cualquier obstáculo que el oficialismo intente imponer, poniendo en peligro el plan económico delineado por el Gobierno.
Este miedo tiene múltiples correlatos. El pasado viernes por la noche, varios líderes (tanto aliados como opositores) se unieron a un Zoom con senadores de Unión por la Patria (UP), Pro, UCR y otros sectores para avanzar en la propuesta. “Estamos muy satisfechos con la reacción de los gobernadores, percibimos que es un reflejo de la unidad que estamos logrando”, comentan desde una provincia con la que la Casa Rosada suele competir. Por primera vez en la administración de Javier Milei parece haber una conexión entre los distritos en oposición y los aliados más cercanos del Gobierno.
Aun así, desde la Nación y las provincias parece haber una leve certeza de que existe una última chance antes de que se avance definitivamente con la presentación del proyecto de ley.
El Gobierno está trabajando en una contraoferta que pueda ser atractiva para los gobernadores, la cual tendría como objetivo satisfacer varios de los reclamos esgrimidos la semana pasada en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), cuando representantes de 22 provincias se hicieron presentes para conversar con el viceministro del Interior, Lisandro Catalán, y el secretario de Hacienda, Carlos Guberman.
Aún no se han definido las concesiones que el Gobierno está dispuesto a ofrecer, ni se sabe si serán satisfactorias para las provincias. Coincidentemente, el martes por la mañana se llevarán a cabo reuniones en el marco del CFI entre los ministros de Economía provinciales y Guberman, quien es el funcionario del Gobierno con mayor conocimiento sobre las concesiones presupuestarias que el Estado nacional puede ofrecer. Se anticipa la emisión de un comunicado oficial al finalizar el encuentro.
“Solicitamos aplazar la reunión del lunes, pero no accedieron, lo cual era comprensible ya que todos habían acordado venir aquí. Sin embargo, necesitábamos más tiempo para elaborar una respuesta más completa. Se está preparando algo”, afirmó una fuente gubernamental.
¿Por qué se opone la Nación al proyecto de los gobernadores si, en teoría, no afecta fiscalmente? Las provincias sostienen que la recaudación que se solicita distribuir directamente a ellas está siendo utilizada para otros fines, pero el Gobierno no puede admitirlo. Por esta razón, las declaraciones realizadas por Milei el jueves pasado fueron muy mal recibidas, ya que acusó a las provincias de no ajustarse, de ser “la última trinchera de la casta” y de faltar “al respeto a la sociedad”. Al día siguiente se llevó a cabo un Zoom multisectorial para acelerar los planes en el Congreso. Sus allegados intentan aclarar que “al Presidente nunca le ha importado si sus declaraciones tienen un costo político” y que, de hecho, siempre ha mantenido esa misma postura.
EL COMPROMISO DE CONSTRUIR UNA ARGENTINA PARA TODOS 🇦🇷
Quiero agradecerle al gobernador de Entre Ríos, @frigeriorogelio, al gobernador de Jujuy, @carlossadirjuy, y al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, @jorgemacri, por habernos acompañado ayer en la… pic.twitter.com/SvKJJm6eys
— Nacho Torres (@NachoTorresCH) June 27, 2025
La inquietud libertaria se centra, principalmente, en la alta carga simbólica que tendría una unión entre amplios sectores de la oposición en detrimento del oficialismo. ¿Por qué no podría repetirse en el futuro con otras demandas y costos fiscales? Hasta ahora, el Gobierno había logrado establecer un escenario político estructurado en torno al “apoyo o no” para ciertos temas relevantes para Milei, siendo el más crucial el asunto fiscal.
En la Casa Rosada observan que el costo de desafiar al Gobierno no es tan elevado como el año pasado, cuando se aprobó la Ley Ómnibus. Se espera que no se insista con el DNU 70/23 y que se confirme el veto al aumento de jubilaciones y al financiamiento universitario. Estos dos temas han vuelto a la agenda en las últimas semanas: el primero, parte de un conjunto de iniciativas que representan el 1,8% del PIB, está a la espera de su aprobación en el Senado y, una vez que Milei lo vete, se espera que se insista nuevamente; el segundo se planea discutir esta semana en la Cámara baja.
Así, según diversos operadores del Gobierno, presentar una propuesta que convenza a varios gobernadores parece ser menos costoso que el impacto que podría generar la reacción del mercado. “El riesgo país se mantiene estancado alrededor de los 700 puntos y el diferencial argentino parece reflejar, en parte, las incertidumbres sobre la dinámica de reservas”, indica el último informe semanal de GMA Capital.
Tanto el Banco Central como el Tesoro han acumulado reservas, que, según la consultora bursátil, “los inversores parecen solicitar que se profundicen”. Eliminar incertidumbres sobre el programa económico facilitaría que el mercado acepte menores rendimientos de la deuda soberana. Un buen desempeño en las elecciones del oficialismo disiparía dudas, lo que convierte en prioridad para el Gobierno mantener la tranquilidad en estos meses.
Los representantes del Gobierno creen que muchas de las propuestas de los gobernadores “son razonables” y que “hay que llegar a un acuerdo de alguna forma”. Varias provincias son conscientes de esto, y aquellos que han sido aliados del Gobierno parecen dispuestos a esperar un poco más por una propuesta. Por esta razón, los gobernadores más opuestos sienten que la postura unánime y firme de los 24 distritos podría suavizarse.