La segunda ciudad de Inglaterra hizo carne propia de la fiesta anual de sus gays y lesbianas, tanto que el desfile de carrozas y disfraces es encabezado por el cuerpo de policía en uniforme de gala, uno de cuyos efectivos porta la bandera del arco iris, símbolo de la diversidad sexual. La CABA estuvo ahí.
"Buenos Aires fue la única capital del mundo que estuvo presente con un stand en el reciente Manchester Pride con importante impacto, ya que se calcula que más de medio millón de personas la visitan y unas 150 mil participan en alguna actividad", señaló Rodrigo Herrera Bravo, director ejecutivo del Ente de Turismo de la Ciudad. "Les generaba mucho asombro enterarse de que Buenos Aires tiene, desde 2002, antes que Manchester, una legislación que permite las uniones civiles de homosexuales", comentó de quienes se ponían a leer los folletos que el propio Herrera Bravo y sus asistentes repartieron entre la concurrencia. "Rápidamente pasaban del asombro a la aprobación, manifestando muchos de los abordados que o bien ya habían estado aquí y que la Ciudad les había gustado mucho, o bien que planeaban visitarla pronto".
"Promocionamos a Buenos Aires como una de las ciudades más open minded (desprejuiciadas), de mente abierta del mundo. Y es que para los gays europeos, Buenos Aires es un destino refinado", agrega, y se queda absorto, como ido. "¿No sólo para tirar la chancleta?", sugiere más que pregunta el periodista. "Claro -arranca el ex legislador-, para eso están más bien los destinos tradicionales del turismo gay-lésbico como Río de Janeiro e Ibiza. Buenos Aires es chic. Los gays que la visitan por lo general destacan su variada oferta cultural y gastronómica".
El Manchester Pride se celebra anualmente en el mes de agosto (aquel en que casi todo el mundo veranea) durante diez días que terminan en el llamado Big Week-end, de cuatro días, cuando se cierra al paso de los autos. En el barrio gay, llamado precisamente Gay & Village, se realiza una exposición con stands, actividades artísticas, deportivas y musicales a cielo abierto.
La celebración es la segunda en importancia de su tipo detrás de la de Berlín, que se realiza en junio. Esa celebración la organiza el gobierno comunal a través de un ente autárquico llamado Marketing Manchester, que tiene "una división llamada Visiting Manchester, que tiene funciones similares a los de nuestro ente", informa Herrera Bravo, uno de los fundadores de la carrera de Turismo en la Universidad Nacional de Lanús.
Marketing Manchester es el socio mayoritario del ente que administra el aeropuerto internacional de la Ciudad, que tras desplazar al de Gatwick, se ha convertido en el segundo en importancia del Reino Unido después del de Heathrow. Posee el 55% de las acciones y las nueve ciudades-municipios que conforman con la city, el Gran Manchester: Y cada una tiene el 5%. El Manchester Pride se beneficia en importante proporción con las ganancias que deja el aeropuerto, lo que "desmiente que el Estado sea per se incapaz de administrar empresas complejas", apostilló Herrera Bravo.
"Es una fiesta mucho más que reivindicativa, que toda la ciudad asume como propia. En la conferencia de prensa de presentación, hablaron sólo dos personas: el presidente del comité organizador, y el jefe de la bancada mayoritaria, que en Manchester tradicionalmente es laborista. En Inglaterra, que es gobernada a través de sistemas parlamentarios, quien tiene el poder es este jefe, el primus interpares de cada British Council, y no el alcalde, que es una figura decorativa", explicó el funcionario.
Este carácter de fiesta de toda la ciudad y no sólo de los gays queda a la vista: el desfile de carrozas y público tuvo 25 cuadras de largo y atravesó la ciudad, estuvo encabezado "por la policía, que desfiló uniformada y llevando desplegada la bandera del arco iris", ilustró el ex legislador, que también destacó que no es que en dicha vanguardia hayan desfilado sólo los policías homosexuales, sino que lo hizo el cuerpo de policía como tal.
"Después sí, vienen carrozas entre de gays y lesbianas del Servicio Penitenciario, que llevaban sus insignias, las mismas que proclaman que están al servicio de Su Majestad", recordó Bravo Herrera. "También vi la de los jubilados y pensionados, hombres y mujeres de 70 y 80 años que proclamaban que tenían sus haberes y también sus ‘pases’ (al transporte público) para preguntarse retóricamente ¿Qué más tenemos?… y responderse: nuestro orgullo".
"Fuimos allá a promocionar a Buenos Aires, no a estudiar cuáles son la políticas que las autoridades de Manchester aplican en materia de Derechos Humanos, género, etcétera (?) No obstante, estuve reunido con los directivos de Visiting Manchester, quienes me advirtieron que los meses en los que Buenos Aires recibirá más afluencia de gays británicos son febrero y noviembre, porque la mayoría son cuentapropistas y acostumbran tomarse una semana de vacaciones a contraestación, en temporada baja", siguió diciendo el CEO del Ente de Turismo porteño.
Bravo Herrera dijo que lo que más le gustó del Manchester Pride es la diversidad y tolerancia que observó. "El mayor orgullo de Manchester es tener la mente tan abierta como para que la clásica flema inglesa conviva sin problemas con los gays que demuestran su amor por el prójimo en la vía pública". Al respecto, comentó que "en un tramo del desfile se colocaron unos diez manifestantes de una iglesia puritana con carteles, quienes se dedicaron a insultar a todo el que pasaba, prometiéndole el infierno. Pero nadie se detuvo a contestarles y no hubo ni un solo incidente. Lo que debe ser la regla, ya que sólo había dos policías para velar que los evangelistas no fuera agredidos por los insultados manifestantes".
El funcionario agregó que no es posible comparar ese festival con la Semana y la Marcha del Orgullo Gay que se celebrará en Buenos Aires a fines de octubre. "Aquel, además de reivindicativo, es un festival cultural. Para que tengas una idea: durante el Big Week-end se pone un escenario en un estacionamiento de casi una manzana y se lo usa para conciertos de rock y pista de baile. Y también se cierra otro estacionamiento que está detrás de la terminal de ómnibus y ahí se montan los stands: el de Buenos estuvo excelentemente ubicado, a la entrada, por eso pasó tanta gente. Acá, en cambio, se queda en lo reivindicativo y la marcha suele terminar mal, enchastrando la Catedral o el Cabildo. Muchas veces se ve la caricatura y no la esencia de lo que es la reivindicación del derecho a la diferencia", concluyó.
(PUBLICADO ORIGINALMENTE EN EL SEMANARIO NOTICIAS URBANAS Nº 156, DEL 02/10/08).



