La seguridad sigue siendo una de las preocupaciones máximas del Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri.
El ingeniero aprendió rápidamente y a los golpes que la cuestión que tanto lo aqueja puede variar en un abrir y cerrar de ojos, de un día para otro. Basta con que se produzca un robo violento en el que mueran ciudadanos de a pie y una masiva repercusión mediática para que los vecinos vuelvan a poner en el tapete el tema de la seguridad y los reclamos aumenten. En base a esos datos, Macri tiene pensado un rol mucho más activo para la Policía Metropolitana (PM) en lo que será su nuevo mandato al frente de la administración porteña. Y por eso ya está pensando en realizar cambios de funcionarios. Como ya publicó este medio en otras oportunidades, estudia dividir el Ministerio de Justicia y Seguridad en dos, por un lado Justicia y por el otro Seguridad, para darle más importancia a cada una de las áreas. Al frente del nuevo Ministerio de Seguridad quedaría Guillermo Montenegro, actual titular de la cartera hoy unificada. Pero el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, sería reemplazado. El candidato que tiene más chances de ocupar su lugar es el fiscal Carlos Stornelli, ex ministro de Seguridad de Daniel Scioli.
La novedad fue adelantada en exclusiva a Noticias Urbanas por un alto integrante del gabinete macrista y corroborada con otros funcionarios cercanos al jefe de Gobierno. ?Hace rato que Mauricio no está conforme con el trabajo de Burzaco. Es más, considera que hizo poco. Y a eso se suma su nula o mala relación con su superior directo, es decir, Montenegro, y su escasa ascendencia con los capos y la tropa de la policía porteña. Eugenio hace rato que quiere irse, pero el cambio se frenó por la campaña electoral y porque todavía no se hallaba el reemplazante ideal. Pero ante la nueva gestión y para relanzar la PM ante la sociedad, Macri piensa en Stornelli, con quien mantiene una vieja relación y que, además, es muy amigo de Montenegro?, señaló a NU una de las fuentes consultadas.
La política es el arte de lo posible. Y lo que fue, mañana ?incluso hoy? puede ya no ser. Luego del cimbronazo que significó la causa del espionaje que involucró a la Policía Metropolitana y al área de Seguridad, se sucedieron tomas de predios, también con alto nivel de conflictividad y hasta muertos que aún investiga la Justicia. A esto, hay que sumarle la interna constante entre Eugenio Burzaco y Guillermo Montenegro. El resultado es un panorama casi insostenible en uno de los sectores más importantes de la estructura gubernamental de la Ciudad. Esa que tantos dolores de cabeza le generó a Macri y que suele estar en el centro de los cuestionamientos.
Stornelli quedaría debajo de Montenegro en la esfera de poder, pero integrado al nuevo esquema que pretende una ?lavada de cara? del área. ?No está claro si será directamente el jefe de la Policía Metropolitana u ocupará un cargo más fuerte hecho a medida, con el que también tendrá el control de la fuerza. La definición final la va a dar Macri cuando vuelva de sus vacaciones?, aseguraron a NU desde el riñón del poder porteño.
?Cuando vuelvo, te nombro?, es la frase que Macri le habría dicho al fiscal ?actualmente de licencia? cuando este llegó al festejo en el complejo de eventos Costa Salguero, tras la victoria del macrismo en las urnas de la Ciudad.
Stornelli ya viene asesorando a Montenegro hace meses, seis por lo menos. Esta semana, el Ministerio sufrió un nuevo cimbronazo: el último martes, presentó la renuncia Matías Molinero, encargado de la Subsecretaría de Seguridad Urbana. La noticia le cayó como un balde de agua fría a Montenegro. La salida de Molinero es leída como una victoria más de Horacio Rodríguez Larreta sobre la debilitada Gabriela Michetti, con quien comulga el ministro de Justicia y Seguridad.
Macri ya confió en Stornelli en otras ocasiones. Lo convocó en mayo de 2007 para formar una comisión de seguridad en Boca Juniors junto a otros hombres del ámbito judicial, entre los que se encontraba Montenegro. Y hace unas semanas coincidieron en la presentación del libro que escribió Horacio Jaunarena, titulado La casa está en orden. Memorias de la transición. Al comienzo de su primer mandato, Macri también lo tentó para encabezar una especie de Oficina Anticorrupción porteña, que nunca se concretó.
EL FINO SIEMPRE ESTÁ
Cuando se desempeñaba como ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Stornelli quiso tener en sus filas, más precisamente en la Jefatura de la Policía, a Daniel Salcedo, quien era director de la Policía Científica y cuya cara se hizo conocida al ser el conductor por Canal 9 de Cuerpos que hablan, un programa sobre medicina forense.
Salcedo era experto en criminalística y no tenía experiencia en Seguridad o Investigaciones. Pero su carta de presentación, sin embargo, era fuerte. Tenía un inmejorable vínculo con los comisarios retirados de la Policía Federal, el ex jefe de la fuerza Roberto Giacomino, Carlos Alberto Sablich y Jorge ?el Fino? Palacios; luego primer jefe de la Policía Metropolitana y actualmente procesado por el escándalo de las escuchas ilegales. El Fino fue el nexo de recomendación ante Stornelli y quien terció a favor del cargo que finalmente le fue concedido a Salcedo.
Otra vez los nombres del Fino, Montenegro y Stornelli volvieron a cruzarse: fue en plena causa por las escuchas, en el momento más álgido de los cruces entre el PRO y el juez Oyarbide. En esa oportunidad, el fiscal utilizó sus contactos en el fuero federal para favorecer al macrismo. En especial, movió los hilos, tras su abrupta salida del gabinete de Scioli, a favor de su amigo Montenegro, cuando este se encontraba investigado en la causa las pinchaduras, de la que finalmente fue sobreseído. Además, Noticias Urbanas pudo saber que Palacios continúa viéndose con Macri. El lugar elegido es el hipódromo de Palermo. Allí Macri escucha las recomendaciones del hombre al que defendió a capa y espada.
La posible llegada de Stornelli también cuenta con el visto bueno de los capos de la PM, ex federales que llegaron a la institución de la mano de Palacios. El poder sobre la tropa en la Metropolitana lo ejercen el subjefe y los cuatro superintendentes. A fines de abril, mediante el decreto 195/11 se oficializó el nombramiento del comisario general Miguel Ángel Ciancio como subjefe de la fuerza, lo que lo convirtió en el hombre con mayor jerarquía dentro de la PM, después de Burzaco. Hasta entonces, Ciancio ocupaba la Superintendencia de Seguridad Pública y Comunitaria, lugar que pasó a ser ocupado por el ex comisario mayor de la Federal Ricardo Pedace, quien fue víctima de una de las purgas que realizó la ministra de Seguridad de la Nación, Nilda Garré, cuando en diciembre de 2010 asumió esa cartera. Estos cambios en la cúpula de la PM fueron adelantados en exclusiva por este semanario en la nota titulada ?Los nombres de los nuevos jerarcas?, que apareció a fines de marzo de este año. Los otros tres superintendentes de la policía porteña son Carlos Kevorkian, a cargo de la Superintendencia de Investigaciones; Eduardo Martini, al frente de la Superintendencia de Comunicaciones, y Jorge Roberto Cots, quien conduce la Superintendencia de Desarrollo Policial. Debajo de las Superintendencias se ubican los Comisionados Generales y luego los Comisionados Mayores.
SOS BIENVENIDO
Todo era alegría y optimismo luego de la victoria del PRO en el ballottage porteño. Y muchos se agolpaban en la puerta del búnker en Costa Salguero para ser parte de los festejos. Entre ellos, la figura de Stornelli despertó suspicacias y hasta se habló de un pacto Macri-Scioli, al menos en materia de seguridad. Acomodado en el VIP PRO, el ex hombre de Scioli esperó los resultados definitivos al lado de Macri. Si bien intentó no tomar contacto con el grueso del público, Stornelli fue detectado por la prensa y decidió salir por una puerta lateral para evitar preguntas.
En tanto, los capos de la Policía Federal apoyan la llegada del fiscal al gobierno PRO, debido a la histórica buena relación que el ex funcionario bonaerense mantiene con la fuerza. ?Stornelli no va a bajar de ministro a un cargo menor por más a medida que sea, si se manda va por todo?, confiaron a NU algunos allegados al fiscal. Envalentonados y quizás para levantarle aún más el perfil, arriesgan que Stornelli podría hasta llegar a reemplazar a Montenegro. Esta opción parece, al menos hoy, altamente improbable.
El desafío está planteado y sólo falta ver de qué manera se articulan los cambios que en el PRO creen innegociables. La sombra de la frustración que implicó el debut de la Metropolitana aún pesa. La esperanza del macrismo está centrada por estas horas en que Oyarbide sea apartado de la causa de las escuchas y que, con el cambio de juez, llegue la esperada ?por el PRO? nulidad que beneficie a Mauricio y lo coloque en el lugar de víctima que tan a la perfección maneja y tanto temen sus opositores.