Fallas en los controles de la AGC ponen en riesgo la seguridad en boliches

Fallas en los controles de la AGC ponen en riesgo la seguridad en boliches

El auditor general Lisandro Teszkiewicz, de Fuerza Patria, criticó que las inspecciones puedan demorarse hasta 10 días.


A más de dos décadas de la trágica noche en Cromañón, donde murieron 194 personas en un incendio en un boliche, un nuevo informe de la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA) expone graves fallas en los controles realizados por la Agencia Gubernamental de Control (AGC). El documento, aprobado recientemente, pone en evidencia un “descontrol” en las inspecciones a locales bailables clase C, aquellos destinados a bailes y eventos nocturnos, que podría vulnerar la seguridad de los jóvenes porteños.

La AGC, creada en 2007 mediante la Ley 2624 con el objetivo de centralizar los controles y prevenir repeticiones de desastres como Cromañón, no ha cumplido cabalmente con su misión, según el informe. Una de las principales irregularidades radica en la Dirección General de Fiscalización y Control (DGFyC), donde no se permite cruzar datos de las inspecciones realizadas. Esto impide determinar con precisión el rubro fiscalizado, el criterio en la carga de domicilios y el tipo de inspección practicada, lo que genera opacidad en el proceso.

Otro punto crítico es el manejo de denuncias ciudadanas a través del Sistema Único de Atención Ciudadana (SUACI). El auditor general Lisandro Teszkiewicz, de Fuerza Patria, criticó que las inspecciones puedan demorarse hasta 10 días después de recibida una denuncia, lo que hace “imposible” actuar de inmediato. Entre las irregularidades reportadas por vecinos figuran shows en vivo sin autorización, exceso de capacidad en los locales y la presencia de menores de edad, todas ellas violaciones que podrían derivar en riesgos graves.

En el caso específico de las fiestas de egresados, el informe detalla que en 2023 se comunicaron 209 eventos de este tipo a la Dirección General de Habilitaciones y Permisos (DGHyP), realizados en 12 locales clase C. Sin embargo, más del 11% de estos no fueron inspeccionados, lo que significa que no se verificó el cumplimiento de normas clave como la prohibición de venta de alcohol o la presencia obligatoria de padres responsables.

Internamente, la AGC presenta problemas en el registro de fiscalizaciones. El orden de las inspecciones se maneja de manera irregular, y los locales bailables se engloban bajo el rubro genérico “Espacio y Recreación”, lo que dificulta rastrear las acciones específicas sobre los 70 boliches de este tipo que operaban en la ciudad durante 2023. Teszkiewicz enfatizó: “Estamos hablando de la vida de nuestros chicos, no puede ser que el registro de datos se entregue en un formato totalmente manipulable y sin control”. Además, los registros generalizan denominaciones y agrupan actividades económicas ajenas al ámbito de los locales bailables.

El auditor concluyó que estas “desprolijidades” en una agencia clave como la AGC evidencian una priorización del gobierno porteño en “negociar acuerdos y cargos con los amigos empresarios”, en detrimento del cuidado de la vida y la seguridad de los jóvenes. El informe final y el ejecutivo están disponibles en el sitio web de la AGCBA para consulta pública.

Esta revelación llega en un contexto donde la seguridad en espacios nocturnos sigue siendo un tema sensible para la sociedad porteña, recordando que la prevención es esencial para evitar nuevas tragedias.

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