"Me opongo a las elecciones ‘truchas’ del próximo 27 de abril, disparó Abel Latendorf. La consecuencia lógica de ‘que se vayan todos’ es el voto bronca: en blanco, con consignas y aún la abstención. Un respetado y querido compañero de la izquierda (por Jorge Altamira) califica al abstencionismo "como… boicot a la izquierda" y otro, también respetado y querido, el diputado Patricio Echegaray, hace tiempo que proclamó públicamente a la candidata de Izquierda Unida a la presidencia de la Nación Argentina, repitiendo sus invitaciones a la unidad pero, por supuesto, a partir del apoyo a esa candidatura. Respetando las opiniones de estos compañeros, me permito disentir", sostuvo el legislador porteño.
"Sostengo -agregó- que las próximas elecciones están armadas para dar más de lo mismo, que son antidemocráticas, que a la inmensa mayoría se la ha proscripto porque no se instrumentaron, por parte del poder institucional, los mecanismos para facilitar la presentación de listas con proyectos que los ciudadanos fueron elaborando mientras vapuleaban ostentosamente la partidocracia".
"Sólo un fuerte repudio, un masivo repudio a estos comicios presidenciales, es la continuación de las asambleas populares, de las luchas piqueteras, de los cacerolazos y el colofón de "que se vayan todos". Un futuro mandatario con un hipotético -pero posible- 20 por ciento de votos a favor y con un 40 o 50 por ciento de votos bronca, abre el camino hacia una asamblea constituyente. Es decir, lo que quería la mayor parte de la izquierda hasta ayer nomás".