“Desde chico supe que iba a actuar”

“Desde chico supe que iba a actuar”

Actor de gran talento, hoy tiene tres obras en cartel y está a punto de estrenar el infantil Papanatas. Esto no va a ser fácil, en el Cubo. Cuenta cómo es hacer una puesta exitosa sin decir una palabra, meterse en la multimedia y en el flamenco y también revisitar un clásico sin que pierda vigencia.


"Perderte otra vez surge como una necesidad de explorar cierto lenguaje teatral. Me vengo formando desde hace bastante tiempo en danza, acrobacia y teatro, pero nunca me di un tiempo como para poder utilizar esas cosas que venía estudiando. Siempre laburé como actor, bailarín o acróbata pero no encontraba algo que pudiese amalgamar todo y plasmar mis ganas de hacerlo. Fue un poco por eso que apareció la idea de un hombre que espera. ¿Qué pasa cuando no hay nada más que hacer que esperar? Creo que la espera te puede llevar a lugares de lo más profundos de la propia desesperación. Lo escribí primero como un cuento bien cortito, de un par de páginas, y después se lo llevé a María Rosa Frega, la directora del espectáculo, medio de caradura, porque estaba seguro de que me iba a decir que no. Pero me dijo que sí. Ahí empezamos a ensayarlo y escribirlo, separarlo por escenas y definirlo un poco más."

"Cuando hablamos con Rosa pensamos si lo íbamos a hacer hablar o no al personaje, porque es una persona que está sola y no queríamos la teatralidad del hablar solo. No tenía nada que decir con palabras y pudimos explotar el tema gestual, que es muy potente, pero sin que fuera mimo ni hiciera oficio mudo. El espectáculo se ve como lo puede ver una persona que espía por una cerradura, medio voyeur. No hay nada más que entender. La gente se compromete mucho con la acción de Perderte otra vez. Como es en tono de clown, el protagonista es querible y entrañable. Es imposible no sentirse reconocido en algún aspecto ya que todos nos desesperamos alguna vez por alguien o nos atrapó la ansiedad en algún momento. Como está en este tono de comedia simple, hace que la gente se relaje mucho. Cuando la estrené, escuché aplausos en mitad de la obra, después de una escena, ¡lo cual es rarísimo! Es más del palo del circo, y ese aroma me gusta."

Impasse 1: Emiliano es uno de esos actores al que se lo vio crecer en las tablas. Debutó muy joven con la excelente Señor Martín. Muchos años después, toma un cortado en la charla con NU, para cortar el frío.

"Se alquila, con una condición es una obra que disfruto mucho hacer. Es una coreografía muy minuciosa con una puesta precisa que requiere una entrega muy fuerte. Eso, como actor, me da mucha satisfacción. Me costó un poco meterme en el lenguaje que maneja el director de la obra, Diego Casado Rubio. Al principio sentía que sus indicaciones eran un poco exteriores. Tipo ?entrás acá?, ?la pausa?, ?te parás allá? o ?el vaso en qué mano va?. Por ahí uno necesita otro tipo de contención y se complica un poco. Hasta que entendí que siguiendo esa partitura, lo interpretativo viene solo. Él propicia el ambiente para que la cosa se genere. Que la investigues vos, pero él propiciando todo para que esté en armonía. Cuando le entendés la onda y le empezás a proponer vos por tu lado, está piola ahí."

"La multimedia nunca me había gustado mucho. Me parecía, por lo menos donde la había visto, muy decorativa. Era el telón pintado del siglo XXI. En cambio, Diego la utiliza como un actor más. El teatro de Diego es un teatro de imágenes. Las construye llevando al espectador a lugares sensibles. Se alquila, con una condición no es un espectáculo para todo el mundo. No lo digo desde un punto de vista elitista sino desde una cuestión de gustos. Es un espectáculo que es disfrutable para aquella persona que está más abierta a cierta expresión un poquito menos ?concreta?. Es una línea muy delgada entre una obra de teatro y una obra performática. También depende mucho de la sensibilidad de cada uno."

"Los invertidos es la más clásica de las obras que estoy haciendo. Es divino hacer una obra de Castillo, de 1914. Está hecha tal cual, con pequeñas adaptaciones al lenguaje de cosas que eran medio molestas al oído, pero la obra está tal cual. Es raro hacerla porque hoy un tema como el de la homosexualidad no asusta a nadie. Está bueno tocarlo; sienta precedente de lo que fue respecto de una época. Es una tragedia pero en muchos momentos se toma como una comedia, con lo cual la gente se ríe mucho. Eso me parece maravilloso ya que nos podemos reír hoy de ciertos pensamientos retrógrados y cuadrados. Está tan superado esto que uno se ríe. Uno de los personajes dice en un momento: ?Soy menos que una mujer?, ¡y la gente se caga de risa siendo una frase completamente misógina! Está buenísimo. Riéndonos le vamos a sacar la seriedad y el peso de que fuera a pasar de verdad. Por más que haya algún descolgado que lo piense. Está buenísimo que nos riamos de eso."

Impasse 2: Emiliano mantiene la misma baby face de sus comienzos. Delgado y fibroso, su trabajo físico fue fundamental para poder hacer obras de acrobacia y flamenco con credibilidad y sentimiento.

"Le doy mucha bola a la risa. Es un código valioso, que hay que usarlo y no desmerecerlo. No creo que las comedias sean un género menor. Se piensa esto porque hay mucha comedia ?basura?. Como si la comedia no pudiese ir de la mano de un contenido, de un relato, de una trama potente. Es un género que hay que resignificar porque es muy bien recibido. La gente, con una comedia, es mucho más abierta. Es más permeable y está bueno. Cuando hacés comedia tenés que partir desde la verdad. Con la misma verdad que uno hace un texto dramático. La gracia está en la verdad, en que a este personaje le pasen esas cosas que dice que le pasan. La soledad, la autodestrucción, se ven en Perderte otra vez. Se torna al final un poco violenta y oscura pero la comedia ameniza y la gente, agradece. Si a este personaje no le pasan esas cosas o ridiculiza lo que le pasa, no sería tan contundente. A ese tipo le pasa en serio. Sufre."

"Empecé muy chiquito en esto. Como siempre supe que era a lo que me iba a dedicar toda la vida, me puse mucha presión al respecto. Por ahí me hubiese gustado más disfrutar el momento del aprendizaje. Me sigo presionando pero la experiencia me hizo manejar mejor las cosas, resolver con más oficio ciertas situaciones. El oficio es fundamental. La cagada es que no te lo puede enseñar nadie. Se aprende solo, haciendo y trabajando. No hay escuela de ?se enseña oficio?. El laburo de actor es como cualquier otro, con las presiones y vericuetos de cualquier profesión pero con el plus de que uno trabaja con su propia sensibilidad. Pasás por momentos difíciles, como trabajar con directores complicados, que la obra no funcione o que es mucho laburo. Estuve ensayando las tres obras al mismo tiempo a principio de año y me manejé bastante bien con eso. El oficio me permitió hacer ?jueguito? y resolver cosas más de ?taquito?. Eso me ayuda a pasarla mejor."

"Perderte otra vez". El Cubo. Zelaya 3053. Viernes, a las 20. Se alquila, con una condición. La Carbonera. Balcarce 998. Sábados, a las 21.

"Los invertidos". El Extranjero. Valentín Gómez 3378. Sábados, a las 23.

Te puede interesar

Qué se dice del tema...