La exsecretaria adjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economista Gita Gopinath, recomendó públicamente que Argentina adopte un régimen cambiario más flexible, a través de una devaluación, como condición para sostener un crecimiento económico duradero. En su cuenta de X, admitió que la ayuda del Tesoro de Estados Unidos puede “evitar movimientos cambiarios especulativos”, pero que “no alcanza para frenar una devaluación”.
Gopinath sostuvo que, para consolidar avances, el país debe “acumular reservas” y generar consenso interno para las reformas estructurales. Esa mirada crítica aparece en un momento en que el Gobierno argentino celebra el respaldo financiero extranjero, pero enfrenta limitaciones ante las tensiones cambiarias que siguen latentes.
Asimismo, el diario británico Financial Times publicó un análisis bajo el título “US support is only a temporary fix for Argentina”, donde advierte que el auxilio del Tesoro estadounidense puede calmar a los mercados a corto plazo, pero no corrige “las contradicciones estructurales del modelo económico argentino”.
US support is certainly helpful to prevent speculative currency moves. However, durable progress will require Argentina to move to a more flexible exchange rate regime, accumulate reserves, and build support for its reforms at home. https://t.co/MwNRvfv8CY
— Gita Gopinath (@GitaGopinath) September 24, 2025
Dentro del FMI también existe presión para que el tipo de cambio oficial sea más alto, pues muchos estiman que el valor actual está demasiado contenido artificialmente por las medidas del Gobierno. Ese reclamo se suma al diagnóstico de Gopinath y a una creciente incertidumbre en los mercados sobre las verdaderas capacidades de la administración para sostener las actuales políticas cambiarias.
Aunque el rescate internacional representa un respiro momentáneo, el foco central permanece en cuánto tiempo puede el Gobierno seguir postergando los ajustes que muchos actores externos e internos consideran inevitables. La advertencia de Gopinath vuelve a poner sobre la mesa el dilema entre mantener un dólar controlado o arriesgar una corrección abrupta que afecte a los sectores más vulnerables.