En medio del ajuste, la mano derecha de Bullrich se fue al carnaval de Venecia

En medio del ajuste, la mano derecha de Bullrich se fue al carnaval de Venecia

Se trata del diputado nacional del Pro Damián Arabia.


En medio de las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Javier Milei, Damián Arabia, diputado nacional del Pro cercano a Patricia Bullrich, fue visto disfrutando del Carnaval de Venecia. El evento italiano es reconocido como uno de los más exclusivos a nivel mundial. La entrada tiene un costo de 600 euros. En cuanto al alojamiento, es extremadamente difícil de conseguir y suele superar fácilmente los cientos de euros por día.

El diputado nacional, quien forma parte del bloque del Pro, publicó imágenes luciendo su antifaz en el Carnaval. Este año, el evento se inauguró con la “Festa Veneziana sull’acqua”, conocida como la fiesta del agua, donde las aventuras de Marco Polo fueron uno de los temas destacados de la celebración.

Y es que, además, en los últimos días se filtraron imágenes publicadas en sus historias para “Mejores Amigos” en las que se lo podía ver disfrutando del VIP de un aeropuerto y señalaba “Me voy a beber todo el vino del VIP”.

Arabia fue uno de los referentes del oficialismo en montarse a la campaña contra artistas nacionales y a favor de la privatización de empresas públicas: “El problema es entender que los recitales o Aerolíneas Argentinas se financian con el IVA de la leche o de los fideos”, dijo y calificó de “inmoral e inaceptable” que el Estado participe de esos gastos.

Este doble discurso de Arabia fue duramente cuestionado por decenas de usuarios en las redes sociales, que le enrostraron exhibir sus goces de turista internacional mientras el Gobierno que él defiende multiplica la pobreza en el país que él legisla.

El diputado se destacó como un firme defensor de la Ley Ómnibus que no logró ser aprobada en el Congreso. “Los argentinos están cada vez más angustiados: no saben cuánto va a estar el kilogramo de pan, de leche, el paquete de yerba”, expresó preocupado el diputado de Bullrich durante su enérgico discurso en la sesión, justo antes de partir hacia la ciudad de las góndolas.

La reacción de Arabia

Lejos de amilanarse o llamarse a silencio ante las críticas, el diputado redobló la apuesta y apeló al discurso de la meritocracia: “Lo que yo haga con mi vida privada, con mi orientación sexual y mi tiempo libre, no debiera ser tema de conversación pública”, ordenó.

“Que intenten atacarme con esto para no discutir mis idea, demuestra que les estoy tocando los kioskos (SIC) y tienen miedo”, prosiguió desviando el foco del cuestionamiento. Por si fuera poco, cerró con un mensaje desafiante y de desprecio a las críticas: “Saben qué? No voy a parar”.

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