En 2020 la pobreza se duplicó en los hogares con mayor nivel educativo

En 2020 la pobreza se duplicó en los hogares con mayor nivel educativo

La información surge de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC.


La medición de la pobreza del Indec a partir de comparar los ingresos de la población con el costo de la canasta básica de alimentos y servicios esenciales (CBT) se ha constituido en la Argentina una vara cada vez más difícil de superar en todos los niveles educativos de los jefes de hogar, más aún en un escenario combinado de crisis sanitaria y depresión económica, como el que se desató desde fines de marzo 2020, cuando irrumpió el covid-19 en la Argentina.

Así surge de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Indec) al cierre del último año, con 42% para el promedio del segundo semestre, pero que el desagregado por trimestre, procesados por los expertos de la Universidad Católica Argentina (UCA), arrojó un nivel de 45,2% en el período octubre-diciembre, apenas 2 puntos menos del máximo de 47% anotado seis meses antes.

Los datos crudos para el conjunto de 31 aglomerados urbanos relevados por el Indec correspondiente al último trimestre 2020 revelaron que en el segmento de los jefes y jefa del hogar con bajo “clima educativo”, como se define al conjunto que no completó la escuela secundaria, la pobreza alcanzó el récord de 59,9% de ese universo, subió 4,6% en comparación con un año antes. En 2017, previo al ingreso en una nueva etapa contractiva del PBI, se ubicaba en 38,3 por ciento.

En el segmento siguiente de instrucción -secundario completo- el indicador saltó en ese período 10,6% puntos porcentuales, a 47,7% del total, se duplicó largamente en apenas tres años.

La magnitud de la crisis económica no sólo se trasladó a los eslabones con más alto “clima educativo”, sino que además el deterioro de la calidad de vida superó holgadamente el ritmo de perjuicio que arrastraba de los dos años previos.

En el grupo con educación terciaria, como es el caso de los técnicos en diversas especialidades, y los que cumplieron parcialmente con el ciclo universitario, la pobreza promedio urbana se elevó a 29,4% de ese conjunto, aumentó en 8,9 pp, que se sumaron a los 6,8 pp que se agregaron en el bienio precedente.

Mientras que entre los universitarios completo y capacitación adicional, también se incorporó al rango de los dos dígitos porcentuales, se catapultó de 8,9% a 15,4%, a un ritmo de una vez y media mayor al crecimiento que había registrado en el total de los dos años anteriores.

En estas dos últimas franjas, el deterioro de la capacidad de compra de sus ingresos se corresponde con la detectada en las franjas etarias de 18 a 29 años, que es donde se concentra el universo con la primera ocupación rentada La pobreza aumentó en 6,6 puntos porcentuales, a 49,5% del total del segmento, superó en 10 puntos porcentuales al tramo de 30 a 64 años, el cual acusó un incremento similar.

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