Embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov: “Rusia como un sueño”

Embajador de Rusia en Argentina, Dmitry Feoktistov: “Rusia como un sueño”

Especial para Noticias Urbanas.


El 12 de junio celebramos la fiesta nacional, el Día de Rusia. Del sistema estatal rusa se remonta al lejano año 862. Podemos decir que hoy celebramos el 1163º cumpleaños de nuestra Patria.

Rusia es un país transcontinental, el más grande del mundo. 17 millones de kilómetros cuadrados del territorio ruso equivalen al 13% de la superficie terrestre habitada por el hombre. Tenemos 11 husos horarios, acceso a tres océanos y 12 mares. A lo largo de la historia milenaria hemos logrado unir a más de 160 pueblos y nacionalidades en una sola familia, realizar grandes descubrimientos geográficos e iniciar la era espacial de la humanidad. Como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, la Federación de Rusia tiene una responsabilidad especial en el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Es uno de los principales Estados industriales, agrícolos, militares, científicos y tecnológicos, una potencia nuclear.

Hemos superado muchas pruebas difíciles, incluyendo guerras sangrientas, invasiones y revoluciones. Durante siglos, hemos defendido nuestra libertad con las armas en la mano. El pasado y el presente de Rusia están llenos de heroísmo y abnegación incomporables. Tuvimos que pagar un precio altísimo por el derecho a existir. Según algunas estimaciones, sin las convulsiones políticas del siglo XX, la Revolución de 1917, la Guerra Civil y la Gran Guerra Patria contra la Alemania nazi, la población actual de nuestro país podría ser no de 144 millones, sino de 500 millones. Las mayores pérdidas sufrimos en la guerra de 1941-1945: alrededor de 27 millones de personas. Nunca hemos permitido que nos dobleguen, siempre manteniéndonos como una nación victoriosa.

Los rusos tienen un profundo sentido de la justicia. Dostoyevski creía que este es «el rasgo más elevado y característico de nuestro pueblo». Cien años después, Churchill le hizo eco: «Vivir según la conciencia es el estilo de vida ruso». La búsqueda de la verdad, la compasión, la tolerancia y la empatía son la esencia del amplio y misterioso alma rusa. Nos repugna el comercialismo, no miramos a seres humanos ni a los países a través del prisma de los tratos y la ganancia. Nuestro escritor Turguéniev dijo: «Un verdadero ruso tiene un corazón de niño». Los mejores representantes de nosotros siempre han soñado con construir un nuevo mundo sin esclavitud ni opresión, basado en el bien común.

Honramos a nuestros antepasados, héroes, fe y tradiciones. La cultura rusa es diversa, no tiene lugar para el racismo. La sociedad no es cerrada, acepta con facilidad y sin discriminación a otros grupos étnicos. El cristianismo ortodoxo es la religión mayoritaria, pero la tolerancia religiosa determina la coexistencia constructiva de las principales religiones: cristianismo, islam, budismo y judaísmo.

No podemos abandonar a nuestros amigos y compatriotas en problemas. Esta es la clave para comprender la política exterior de Rusia desde los zares hasta la actualidad, así como la situación en Ucrania de hoy. No permitiremos que se humille ni se persiga a la gente por hablar ruso.

Somos el país más frío del mundo, pero allí habita la gente con corazones cálidos. Durante la pandemia de COVID-19, la Federación de Rusia fue la primera en brindar un apoyo masivo al pueblo argentino, suministrando millones de dosis de la vacuna “Sputnik V”. Muchos guardarán en sus corazones el recuerdo agradecido de este generoso gesto, que salvó cientos de miles de vidas. Confío en que nuestra amistad resistirá cualquier prueba. Es más fuerte y duradera que la situación geopolítica actual. Estamos dispuestos a desarrollar relaciones con Argentina en todos los ámbitos, sin excepción.

Rusia cuenta con recursos suficientes para implementar un camino de desarrollo independiente y un rumbo propio en el ámbito internacional. No podemos ser derrotados, “comprados” ni “cancelados”. No buscamos la dominación ni la explotación mundial, no imponemos nuestro sistema de valores ni nos inmiscuimos en los asuntos de otros. Al mismo tiempo, defendemos firmemente nuestra soberanía, seguridad e intereses nacionales.

Rusia como un sueño, sin fin ni límite. Con un águila bicéfala en el escudo de armas, con un fénix inmortal en el destino. ¡Siempre ha sido, es y será!

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