El Gobierno argentino denunció la existencia de un supuesto grupo de ciudadanos rusos operando en Buenos Aires para favorecer los intereses geopolíticos de Moscú. La respuesta de la embajada rusa no se hizo esperar: emitieron un mensaje breve, categórico y desmintieron las acusaciones oficiales, además de exigir explicaciones formales por parte de la Cancillería.
La embajada rusa respondió sin vueltas. En un comunicado difundido en sus redes oficiales, negó cualquier vínculo con los señalados –Lev Andriashvili e Irina Yakovenko–, informó que no figuran en sus registros consulares y formalizó un pedido de aclaración ante Cancillería. “Lamentablemente, esta no es la primera oleada de una manía de espionaje destinada a perjudicar las relaciones ruso-argentinas”, afirmaron desde la sede diplomática, con tono de fastidio contenido.
❗Hemos prestado atención a la declaración de Manuel Adorni sobre el descubrimiento de un “grupo de residentes rusos que estarían realizando tareas sospechosas”. Lamentablemente esta no es primer intento de perjudicar las relaciones ruso-argentinas.
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— Embajada de Rusia,AR (@EmbRusiaEnArgEs) June 18, 2025
“Argentina no será sometida a la influencia de ninguna otra Nación”, sentenció Manuel Adorni, en una conferencia de prensa que dio en la semana, aunque sin aportar pruebas ni mayores precisiones. Una trama de espías rusos en Argentina. Eso fue, en resumen, lo que intentó esgrimir el vocero presidencial Manuel Adorni desde Casa Rosada. El Gobierno argentino denunció la existencia de un supuesto grupo de ciudadanos rusos operando en Buenos Aires para favorecer los intereses geopolíticos de Moscú.
Sin embargo, las pruebas están flojas de papeles.