El Senado que viene: veto libertario, la resistencia del PJ y el juego provincial

El Senado que viene: veto libertario, la resistencia del PJ y el juego provincial

Ocho distritos renovarán un total de 24 legisladores.


Las elecciones legislativas que se llevarán a cabo en octubre próximo tienen como objetivo renovar la mitad de los Diputados y un tercio del Senado. En este último caso, se trata de las 24 bancas por seis años que corresponden a Capital Federal, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Chaco, Entre Ríos, Río Negro y Neuquén, con tres representantes por cada distrito.

En la Cámara alta, el ambiente está tenso entre oficialistas y opositores, y los posibles escenarios se centran en tres aspectos clave: las pérdidas que podría enfrentar el kirchnerismo, que busca mantener su capacidad de influencia y un tercio para bloquear, la ambición de la Casa Rosada de aumentar su número de “puros”, y los primeros movimientos de los gobernadores en busca de un espacio que obligue al Gobierno libertario a entablar negociaciones, aunque en 2024 y 2025 no se logró cumplir este objetivo.

La Libertad Avanza (LLA), liderada por Ezequiel Atauche (Jujuy), comenzó con siete miembros y actualmente tiene seis -la Casa Rosada despidió al formoseño Francisco Paoltroni, quien sigue siendo un aliado- y tiene como objetivo ambicioso triplicar sus efectivos para llegar a 17/18 “puros”.

Un guarismo se alcanzaría mediante sumas en cada distrito de Entre Ríos y Chaco. A continuación, se presentan los movimientos: uno o dos en Neuquén y Río Negro, respectivamente, y tal vez otro en Santiago del Estero. En el Gobierno consideran que en la Ciudad de Buenos Aires, Salta y Tierra del Fuego -que han apoyado al kirchnerismo durante años- se obtendrían dos. Gran parte de lo que uno adquiera será perdido por otro. La atención se centra entonces en el interbloque del Frente de Todos, liderado por el formoseño José Mayans.

Actualmente, cuenta con 34 legisladores y podría perder dos asientos en varias provincias. Así, el operativo de contención -es decir, ante un posible mal resultado electoral- buscaría retener, en el peor de los escenarios, a 26 representantes, asegurando el tercio mínimo -24- para, por ejemplo, negociar nuevos jueces para la Corte Suprema.

El resto de los bloques también están haciendo cálculos, como el Pro y la inestable Unión Cívica Radical (UCR), mientras observan las negociaciones con el Gobierno no solo para las elecciones de octubre, sino también para la agenda legislativa que comenzará el 10 de diciembre. En medio de todo esto, se encuentran los influyentes actores provinciales, cuyos gobernadores se han visto atrapados en interminables discusiones -y una serie de maniobras- sobre la distribución del poder en la Cámara alta, donde se convierten en árbitros del quórum (37).

La dinámica se repite nuevamente, incluso sin las listas definidas, tras la reunión del miércoles con cinco gobernadores -Santa Cruz, Chubut, Santa Fe, Jujuy y Córdoba- y el objetivo oculto de un supuesto interbloque que podría determinar, si se ejecuta correctamente la estrategia, la viabilidad de abrir el recinto. El problema radica en lo que sucedió en meses anteriores: que no distribuyan a sus legisladores en diferentes bloques -huevos en distintas canastas-; que los mismos gobernadores, tras las elecciones, formalicen acuerdos con la Casa Rosada; y, como última alternativa, que decidan no participar y actúen de manera independiente. Todo está por verse. En un escenario optimista, La Libertad Avanza (LLA) y sus aliados circunstanciales podrían alcanzar, en principio, una meta de entre 40 y 42.

Con la esperada reactivación de la agenda en el Senado, será muy interesante escuchar el próximo martes a Romero, uno de los fundadores del “grupo de los 39”. Es uno de los últimos referentes de peso que permitió al oficialismo llevar a cabo sesiones en la Cámara alta y que concluye su mandato, luego de varios años. El justicialista anti K llevará a cabo “una jornada de reflexión sobre el recorrido político, los retos del presente y lo que está por venir”. El Gobierno debería prestar atención.

La vicepresidenta, Victoria Villarruel, también debería hacerlo, ya que desde diciembre pasado -al menos- no logra salir de un ciclo de errores no provocados. Algunos legisladores comienzan a cuestionar si su renovado y promocionado equipo de asesores realmente trabaja a su favor o en beneficio de la Casa Rosada, que ha dictado una ruptura total. Su último secretario administrativo -la caja- y amigo, Emilio Viramonte Olmos, renunció pocos días después de ser elegido por el pleno. Un verdadero papelón.

Los que finalizan su mandato

*Ciudad de Buenos Aires: Guadalupe Tagliaferri (Pro), Martín Lousteau (UCR), Mariano Recalde (Frente de Todos).

*Chaco: María Inés Pilatti Vergara y Antonio Rodas (Frente de Todos), Víctor Zimmermann (UCR).

*Entre Ríos: Alfredo De Ángeli (Pro), Stella Maris Olalla (UCR) y Stefanía Cora (Frente de Todos).

*Neuquén: Oscar Parrilli y Silvia Sapag (Frente de Todos), Lucila Crexell (Movimiento neuquino-Provincias Unidas).

*Río Negro: Martín Doñate y Silvina García Larraburu (Frente de Todos) y Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro, la fuera líder del distrito).

*Salta: Juan Carlos Romero (Provincias Unidas), Sergio Leavy y Nora Giménez (Frente de Todos).

*Santiago del Estero: Claudia Ledesma Abdala -ex mandataria y esposa del gobernador, Gerardo Zamora-, José Neder y Guillermo Montenegro, que ingresó por la banca de la minoría y se sumó al bloque kirchnerista.

*Tierra del Fuego: María Duré y Cristina López (Frente de Todos), Pablo Blanco (UCR).

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