El riesgo país de Argentina ha vuelto a encender las alarmas en el ámbito financiero. El índice, que mide la confianza de los inversores en la capacidad de pago del país, escaló a 898 puntos básicos, volviendo a los valores que tenía el pasado 14 de abril, el día en que se anunció la salida del cepo cambiario. Este abrupto ascenso se produce como consecuencia del derrumbe que sufrieron los títulos de la deuda argentina en Wall Street, con una dinámica de leve retraso que ahora se hace sentir con fuerza.
A pesar de que este miércoles los bonos en dólares mostraron una leve recuperación de hasta 0,9% en el exterior, el panorama de los últimos días fue crítico. Los bonos denominados Globales, que habían registrado pérdidas promedio del 3% en agosto, retrocedieron de manera significativa entre 2,2% y 3,3% el martes, justo después de un feriado en Estados Unidos que había contenido la volatilidad momentáneamente.
En lo que va del año, la suba del riesgo país es un claro indicador de la fragilidad económica. El índice ha escalado un 40%, superando con creces la inflación estimada, que ronda el 23%, y el aumento del dólar, que lleva un alza del 31,9%. Esta tendencia ascendente muestra que la desconfianza del mercado no solo se centra en la moneda, sino en la totalidad del riesgo soberano del país, algo que pone en jaque la narrativa de estabilidad del Gobierno.
📌 Tras las medidas del Gobierno, el riesgo país se acerca a los 900 puntos mientras que el dólar alcanza los $1375.
El secretario de Finanzas aseguró que todo es producto de un conflicto político.
🔹 Lo explicó @carlos_arbia en +Info a la tarde. pic.twitter.com/AjBwBDGQEf
— La Nación Más (@lanacionmas) September 3, 2025
La tensión en los mercados financieros se ve reflejada de forma directa en las cotizaciones. El dólar mayorista y el minorista cerraron este miércoles en $1.361 y $1.375, respectivamente, mientras que las cotizaciones financieras como el MEP y el contado con liqui se ubicaron en $1.370 y $1.371. Por su parte, el dólar blue cerró en $1.350, consolidando su posición como un termómetro de la incertidumbre. La caída del Merval en 2,2% y la pérdida de hasta 3,7% en los ADR en Nueva York completan el cuadro de un mercado en alerta.
Esta estrategia de sacrificar reservas para contener el dólar genera una gran preocupación entre los inversores, quienes ven con desazón cómo el Gobierno usa sus divisas para mantener un tipo de cambio estable de cara a las elecciones, en lugar de armar un colchón para enfrentar los fuertes vencimientos de deuda programados para 2026. Fuentes del mercado estiman que el “poder de fuego” del Tesoro se limita a unos US$ 1.550 millones, una cifra que luce limitada frente a la magnitud del desafío.
Dos meses después de que el ministro Luis Caputo se dirigiera al mercado con la frase “Comprá, no te la pierdas, campeón”, el dólar mayorista ha escalado un 10%, y los parches económicos aplicados para frenarlo no logran una estabilidad duradera. La suba de tasas, el aumento de los encajes y la intervención en el dólar futuro lograron una calma temporal, pero la combinación de la cercanía a las elecciones y los recientes escándalos políticos han vuelto a caldear los ánimos.