El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió en una rueda de prensa que los suministros de armas, municiones y otros sistemas logísticos entregados por países europeos a Ucrania constituyen, en su opinión, una forma de participación indirecta en la guerra contra Rusia. Estas declaraciones buscan colocar a Europa en el centro de la disputa, no solo como observador, sino como actor activo.
Moscú sostiene que esa implicación va más allá del mero apoyo moral o diplomático: “Vemos que Europa participa indirectamente y que los suministros continúan”, afirmó Peskov, subrayando que ese tipo de ayuda no “ayuda al arreglo pacífico” del conflicto.
El Kremlin también advierte sobre el debate europeo acerca del envío de tropas o contingentes militares a Ucrania, señalando que tal movimiento podría “cruzar la línea” y convertirse en un enfrentamiento entre Rusia y potencias europeas. Según Moscú, este escenario no se trata simplemente de una prolongación de la guerra en Ucrania, sino de una escalada que podría involucrar directamente al continente.
⚡️ El Kremlin ve que Europa se está preparando para una guerra con Rusia.
Segun Dmitri Peskov, la visión de Moscú coincide con la opinión del mandatario serbio, Aleksandar Vucic, quien asegura que en el Viejo Continente se observan realmente fuertes “tendencias militaristas” pic.twitter.com/Yk8A1FZCgN
— Tadeo Casteglione (@TovarichDelSur) November 12, 2025
En respuesta, varios países europeos están revisando sus estrategias de defensa y elevando su gasto militar, conscientes de que el escenario —como advierte Moscú— podría transformarse de un campo de batalla limitado a un conflicto más amplio en el que Europa sea parte. Esta perspectiva refuerza la tensión no sólo entre Rusia y Ucrania, sino entre Rusia y el conjunto de los aliados occidentales.
Aunque Rusia afirma que no busca iniciar una guerra contra Europa, sus advertencias sirven como señal de que considera plausible y hasta inminente un escenario en el que Europa, al involucrarse en el frente ucraniano, se convierta en adversaria directa. El mensaje moscovita es claro: “Si Europa actúa como bando de guerra, Rusia responderá como corresponde”.
En definitiva, la acusación del Kremlin a Europa de preparar la guerra no debe entenderse como un simple aviso de Moscú, sino como parte de una estrategia de intimidación y de redefinición del conflicto: de centrarse en Ucrania a remitirlo al propio corazón del continente europeo. La pregunta que queda flotando es si los países de la UE aceptarán ese papel o buscarán otra vía para evitar una confrontación abierta.



