El Gobierno nacional, a través de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación, dio de baja las convocatorias a Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) ya evaluadas y adjudicadas y cerró las nuevas líneas de financiamiento de proyectos.
Los PICT no son un programa más: fueron durante años el instrumento central de apoyo a la investigación en universidades y centros de investigación, y permitieron sostener grupos de trabajo, formar becarias y becarios, comprar equipamiento básico y articular redes en todo el país.
Mientras los países que compiten por el desarrollo aumentan su inversión en ciencia y tecnología, el Gobierno argentino elige el camino inverso: elimina los PICT, recorta el presupuesto de la Agencia I+D+i y concentra los pocos recursos disponibles en líneas de corto plazo exclusivamente “implementables por empresas”, desatendiendo la ciencia básica y las trayectorias de largo aliento.
Durante esta gestión ya se perdieron alrededor de 500 investigadores y se redujo en un 30% la cantidad de postulantes a becas doctorales, una señal clarísima de fuga de talentos y desaliento de las nuevas generaciones.
Estas medidas afectan directamente a universidades públicas y organismos de ciencia y tecnología que son motores de desarrollo en las provincias. Debilitan proyectos que articulan ciencia con salud, alimentos, transición energética e innovación productiva, justamente las áreas donde la Argentina necesita dar saltos cualitativos y además rompe los puentes entre el mundo académico, las pymes y las y los trabajadores, y reduce las posibilidades de generar empleo calificado, industria nacional y valor agregado.
Expresamos nuestro rechazo categórico al desmantelamiento del sistema científico argentino que nos coloca en una situación inédita en la región: la Argentina pasa a ser el único país de América sin financiamiento específico para la ciencia básica.
Sin PICT la ciencia se vuelve inviable en la Argentina. Es un golpe a la ciencia, pero también a la movilidad social, la soberanía y el desarrollo: sin conocimiento no hay modelo productivo posible.
