El fenómeno Milei ya preocupa a ambos lados de la grieta

El fenómeno Milei ya preocupa a ambos lados de la grieta

Ya no es el chico “punk” de la economía. Sus votantes son los desilusionados de la política. Su techo es imprevisible.


Primero se lo trató como un fenómeno casi freak de debate económico. Luego, ya con presencia en medios masivos, se consolidó como un habitué de la política porteña. Y ahora, Javier Milei parece estar trascendiendo también las fronteras de CABA y su figura se expande hacian la provincia de Buenos Aires y hacia el interior del país. Y ese salto, aún de alcances imprevistos, preocupa a ambos lados de la grieta.

La confirmación porteña vino con su debut como candidato y un sorprendente tercer puesto, con dos dígitos en el porcentaje de votos y un par de bancas de diputados nacionales para La Libertad Avanza.

El análisis que se hizo tras ese comicio legislativo intermedio, en el que los electores suelen ser más movedizos en su decisión, sobre todo en Capital, fue que Milei era una amenaza para Juntos por el Cambio. Pero acaso ya en ese momento se omitió un dato: el número que sacó María Eugenia Vidal se asemejó bastante a otros que sumó el PRO en comicios anteriores. Es decir, que el caudal del libertario no sólo se alimentaba allí.

Una mirada más gruesa, a nivel nacional, de algún modo lo confirmaba: si Juntos por el Cambio, entre 2017 y 2021 repitió su caudal cercano al 40%, la cosecha libertaria no venía de allí sino del resto de las fuerzas. Una de las que más cayó entre las dos últimas elecciones fue la del Frente de Todos, que pasó de 48% a poco más de 30%.

Además, la buena performance de Milei se dio en barrios de diversa composición social. Dicho de modo más simple, también tuvo votos en sectores postergados del Sur de la Ciudad, que más que un economista vieron en él a un referente de la anti política, diferente a las dos variantes de la polarización que los venía defraudando desde hace años.

Una reciente encuesta de Management & Fit trajo un dato interesante: si se restan las imágenes positivas de las negativas y se saca el diferencial, Milei aparece segundo en una tabla con 10 referentes top de oficialismo y oposición. Y más: un estudio nacional de la Universidad de San Andrés, que los ordena por el apoyo, lo ubica directamente primero.

Aún no está claro el camino que tomará el actual diputado en 2023, pero su fortaleza parece estar en su particularidad. ¿Para qué entraría en una interna de Juntos por el Cambio, aun cuando pueda encontrar allí figuras afines como Patricia Bullrich?

En la principal fuerza opositora hoy ven a la ex ministra, y también al diputado Ricardo López Murphy como dos diques para contener al votante que suponen que puede ir a Milei. ¿Será tan así? ¿Los jóvenes que siguen al economista libertario y van a sus presentaciones/shows pueden tener la misma afinidad con Bullrich o López Murphy?

En el Frente de Todos ni siquiera parecen hablarles a esos votantes, pese a que históricamente el kirchnerismo se alimentó de un público joven.

Imposible saber hoy dónde y cómo terminará el fenómeno Milei. Lo que parece más claro es que ya no se trata (o, al menos, no sólo eso) de un verborrágico y llamativo economista con presencia en los medios.

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