El establishment reclama un plan para “garantizar la gobernabilidad”

El establishment reclama un plan para “garantizar la gobernabilidad”

Empresarios piden al Gobierno un plan económico integral: foco en producción y diálogo político.


Durante el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, referentes del establishment empresarial reclamaron con insistencia un plan económico que vaya más allá de lo financiero y que contemple la “economía real” para garantizar gobernabilidad en Argentina. Según los empresarios, hay “cansancio por tener que pensar en las metas de corto plazo, como las elecciones, más que debatir sobre cómo recuperar la actividad económica”.

La preocupación más replicada entre los asistentes gira en torno a la incertidumbre financiera, que muchos consideran un factor que “ahoga a la actividad real”. Un asesor económico presente señaló: “Hay que pasar las elecciones y enfocarse en las cosas importantes… lo importante es la capacidad política que tenga el Gobierno de sentarse a negociar con el nuevo Congreso para resolver los problemas importantes de la Argentina. Mientras tanto, se pierde tiempo”.

En el evento, Santiago Mignone, presidente de IDEA, enfatizó que “sin acuerdo no se avanza”, y afirmó que “la mayoría de los gobernadores y funcionarios del Gobierno coinciden en la necesidad de un acuerdo, más allá del resultado electoral”. Desde diferentes sectores empresariales se repite que el foco debe desplazarse de los vaivenes financieros hacia temas centrales como el empleo, los ingresos y la reactivación productiva.


Los ejecutivos presentes también pusieron en duda la capacidad del ministro de Economía, Luis Caputo, para liderar un plan que trascienda lo financiero. Dicen que el actual enfoque centrado en endeudamiento podría “profundizar la crisis del consumo y dejar afuera la competitividad de las empresas con inversión nacional”. A su vez, responsables de empresas industriales afirmaron que aún se encuentran “manteniendo el nivel del 2024”, sin visos alentadores de recuperación.

Para muchos empresarios, la clave está en las fechas posteriores a los comicios: “Los ejecutivos apuestan a dos fechas para que se active el diálogo: el 27 de octubre, si el Gobierno sufre una derrota contundente; o el 10 de diciembre, si logra equilibrar la composición del Congreso”. Proponen que desde esos momentos se lance una nueva etapa del plan económico, con prioridad en la reactivación productiva y laboral.

Finalmente, el reclamo del establishment marca una línea clara: existe la convicción de que sin acuerdos amplios y sin una redefinición del programa económico que incluya a los sectores productivos, el Gobierno no podrá superar las expectativas del “día después” electoral. Lo que se plantea no es solo estabilización financiera, sino poner a la economía real en el centro del debate para construir gobernabilidad sostenible.

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